La Xunta se compromete a aumentar los controles contra los percebeiros furtivos

El problema del furtivismo en la ría, que afecta a los mariscadores de a pie y de a flote, se ha extendido a los 67 percebeiros coruñeses, preocupados por el futuro del sector si no se pone freno a esta actividad ilegal. La Cofradía de Pescadores y la Consellería de Pesca se sentaron ayer a negociar una solución. El colectivo asegura que la Xunta se compromete a elaborar un plan para incrementar la vigilancia en las zonas más afectadas: la Torre y O Portiño.

La cofradía denuncia que los controles que efectúa el Servicio de Guardacostas son insuficientes para acabar con el furtivismo en el percebe. El patrón mayor, Manuel Cao, afirma que el director xeral de Recursos Mariños, Antonio García Elorriaga, y el subdirector del Servicio de Guardacostas, Pedro Siaba, se comprometieron a confeccionar un plan de trabajo para luchar contra el furtivismo. Los pescadores sostienen que, en O Portiño, la principal causa del furtivismo es el asentamiento chabolista.

Un portavoz de Pesca asegura que los técnicos analizarán la posibilidad de establecer una reserva marina en las islas de San Pedro, en O Portiño. La propuesta realizada por la cofradía en la reunión significa, según el patrón mayor, apostar más por la regeneración del percebe en la zona y más mano dura contra los furtivos, puesto que su actividad pasaría a considerarse una infracción penal, en vez de una sanción administrativa, como ocurre ahora. La cofradía solicita a Pesca que elabore un informe sobre el estado de los bancos de percebe.