Magistrado de la sección primera de la Audiencia Provincial
Ignacio Picatoste : "La huelga es una anticipación táctica que no compartimos"
"Establecer una discusión supone un reconocimiento de que los órganos políticos tienen que hacer un esfuerzo"

El magistrado Ignacio Picatoste. / carlos pardellas
María Pardo | A Coruña
Ignacio Picatoste es secretario en Galicia de la Asociación Profesional de la Magistratura. Es uno de los jueces que se unió al 46% de asistentes a la reunión que se celebró el miércoles en la Audiencia Provincial y que rechazó secundar la huelga que finalmente fue convocada para el 18 de febrero. Cree que hay que dar más tiempo al Ministerio de Justicia.
-¿Por qué cree que es mejor esperar para secundar una huelga?
-Las asociaciones judiciales, a las que pertenecen la mitad de los jueces, establecimos un calendario común en el que se propone acudir a la huelga no como una primera medida, sino como consecuencia del resultado de una negociación. Aparentemente, el Ministerio de Justicia ha mostrado una gran voluntad que, por el momento, no está concretada en nada, pero que hay que tener en cuenta. Acudir en primer lugar a este acto de fuerza puede condicionar demasiado la negociación y dar a la sociedad una perspectiva distorsionada de nuestras pretensiones.
-Pero las reivindicaciones de todas las plataformas son las mismas.
-Los 4.500 jueces españoles queremos prácticamente lo mismo. Creo que son muy pocos los que no suscriben el contenido de las protestas, pero ya que nuestros órganos habituales de representación, nuestras cuatro asociaciones, habían llegado a un acuerdo de mínimos para conciliar sus posturas, creo que lo más adecuado es no modificar los tiempos que nos habíamos dado. El objetivo es que todos los jueces caminemos en la misma dirección, pero la huelga en una anticipación táctica que no compartimos.
-¿La decisión de convocar una huelga para el 18 de febrero podría dividir a la carrera judicial?
-La carrera está de acuerdo en los objetivos, así que no creo que una decisión coyuntural pueda quebrar su unión. Nosotros no buscamos, en primer término, una mejora de las condiciones de los jueces, sino que pretendemos una mejora de la Administración de Justicia. Queremos prestar un servicio más eficaz, transparente y sin tantos defectos.
-¿Qué pasos ha dado el Ministerio que les hacen pensar que va a aceptar las propuestas de los jueces?
-Ha entendido que todas las propuestas que presentó la Comisión Interasociativa Permanente son asumibles y negociables. Hay algunas sobre las que, evidentemente, tendrá que presentar su contrapropuesta, pero el hecho de que se establezca una discusión sobre la carga de trabajo y la planta judicial supone un reconocimiento de que los órganos políticos tienen que hacer un esfuerzo. Parece que, por primera vez en mucho tiempo, existe una voluntad unánime por parte de jueces, Gobierno y Consejo General del Poder Judicial para sacar adelante este barco. La reforma de la Justicia es una operación urgente, aunque sea a muy largo plazo.
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