Teresa Lorenzana : "El Ayuntamiento debe ayudar a los vecinos que necesiten doble ventana"

Teresa Lorenzana imparte sus conocimientos sobre el ruido a los alumnos de la facultad de Arquitectura Técnica y fue la encargada de coordinar un estudio sobre contaminación acústica en la ciudad realizado en el año 2000. La profesora advierte de los peligros del ruido para la salud de los vecinos y opina que el Concello debe adoptar medidas urgentes para disminuir los decibelios que soportan diariamente los coruñeses.

-Los datos de los medidores municipales demuestran que en todas las zonas se registran valores superiores a los permitidos. ¿Cree usted que en la ciudad hay un grave problema de contaminación acústica?

-Los datos obtenidos por el Ayuntamiento demuestran que hay determinadas zonas que tienen un problema grave, por la cantidad de decibelios que existen.

-Usted realizó un estudio sobre el ruido en la ciudad en el año 2000. ¿Cree que la contaminación acústica ha variado en los últimos nueve años?

-No se han hecho suficientes mediciones para conocer si la situación ha cambiado desde que se publicó aquel estudio. No es suficiente que el Ayuntamiento ponga en determinadas zonas un sonómetro. Yo, en este momento, estoy más centrada en el tema del ruido dentro de las viviendas que en el ambiental.

-Usted conoce bien la relación entre arquitectura y contaminación acústica. ¿Cómo pueden protegerse las viviendas frente a los ruidos de la calle?

-Los ruidos procedentes de la calle provocan una sensación sonora mayor dentro de las viviendas si existen espacios abiertos y grandes ventanales. Hay que pensar en la doble ventana, algo que no existe en muchos edificios de la ciudad porque son antiguos. Para que los vecinos no sientan tantas molestias es necesario también mejorar las fachadas, porque el problema, en algunos casos, es que las superficies son muy reflectantes. Esta última circunstancia ocurre en edificios con fachadas lisas, porque el sonido se refleja en todas las paredes y el nivel aumenta.

-La existencia de calles estrechas tampoco ayuda.

-En las calles estrechas es difícil controlar los niveles de ruido y lo más adecuado sería crear vías de tráfico subterráneas, para que las viviendas estén altas y protegidas de la calle.

-¿Cree que la situación general ha empeorado?

-Evidentemente ha aumentado porque el parque automovilístico es mayor y los motores de los coches son más potentes.

-¿Cuáles son los ruidos más molestos para los habitantes de las viviendas?

-Lo más molesto son las frecuencias graves y muy altas. Las altas se pueden corregir o controlar con una buena edificación, pero las graves son más difíciles de aislar porque tienen una longitud de onda muy grande y recorren grandes espacios. Las graves, ya procedan de los bares o del ruido de tráfico, producen vibración y, como tenemos unas fachadas pobres y unos ventanales que en muchos casos no son dobles, se genera un ambiente insostenible.

-¿Debería el Ayuntamiento dedicar ayudas a la rehabilitación de edificios en las zonas más ruidosas?

-El Ayuntamiento debe obligar a que las nuevas construcciones dispongan de un buen sistema de aislamiento, balconadas y superficies con rugosidades. También debería controlar el tráfico obligando que los nuevos edificios dispongan de garaje. En el caso de los ciudadanos que tienen casas antiguas y que no disponen de recursos para cambiar las ventanas, tendrían que elaborar unos planes específicos con el fin de que los vecinos puedan pagar las reformas necesarias para proteger sus viviendas del ruido.

-¿Cree que los vecinos y el Ayuntamiento no son conscientes de que el ruido es una forma de contaminación?

-El gran problema es que la sensación subjetiva de ruido no se puede cuantificar y no es la misma para cada persona. La gente se va a volver cada vez más sorda. La gente, por ejemplo, habla cada vez más alto dentro de los locales de copas y restaurantes. Hay unos niveles muy altos que ni siquiera cumplen lo que recomienda la Unión Europea.