Incidentes por vientos huracanados

Las huellas del ciclón

El temporal que azotó la ciudad motivó más de doscientas intervenciones de bomberos y policías, y dejó en todos los barrios un rastro de árboles caídos, mobiliario destrozado y tejados desprendidos

Un camión sufre un accidente en Meicende a causa del hundimiento de una carretera. / carlos pardellas

Un camión sufre un accidente en Meicende a causa del hundimiento de una carretera. / carlos pardellas

Pablo López | A Coruña

Los vientos que azotaron la ciudad durante la noche de ayer dejaron un rastro de destrucción que no se contemplaba en los barrios coruñeses desde el paso del huracán Hortensia, hace ya un cuarto de siglo.

Los árboles partidos, las papeleras arrancadas, las placas que cayeron de las fachadas de varios edificios y las vallas publicitarias que cedieron ante la fuerza del ciclón atrajeron la atención de los vecinos.

Las huellas del ciclón

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El Ayuntamiento contabilizó un total de doscientas intervenciones de los bomberos, de Protección Civil y de la Policía Local. El número de llamadas de ciudadanos que solicitaban ayuda o información, alrededor de seiscientas, fue otra de las pruebas claras de las repercusiones de un temporal que, aunque anunciado, llegó más tarde de lo previsto y cuando algunos ya no lo esperaban.

Los numerosos destrozos sufridos en el arbolado y en el mobiliario urbano no fueron las únicas consecuencias del ciclón a su paso por A Coruña y la comarca. Buena parte de los hogares de la ciudad sufrieron apagones y cortes en las comunicaciones telefónicas en algún momento de la noche y en zonas como A Zapateira hubo residentes que durante la tarde de ayer todavía seguían sin agua ni electricidad.

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Las huellas del ciclón

Las fuerzas de seguridad y los servicios de emergencias del Ayuntamiento pasaron una jornada que ya no olvidaran nunca, ya que, desde las diez de la noche del viernes hasta las cuatro de la madrugada de ayer, tuvieron que desplazarse por toda la ciudad y atender todo tipo de incidencias.

El propio Ayuntamiento destacó la labor de los integrantes del operativo extraordinario montado para hacer frente a la amenaza del viento y del oleaje. La retirada de árboles tendidos sobre la carretera, la vigilancia de vías que se quedaron sin iluminación y la limpieza de escombros mantuvieron ocupados a bomberos y policías en todo momento.

Las huellas del ciclón

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El alcalde de la ciudad, Javier Losada, visitó ayer los lugares en los que se registraron más destrozos -algo que se ha convertido en una tradición política a nivel mundial cuando ocurre algún tipo de catástrofe natural-. El regidor afirmó que la ausencia de víctimas estuvo motivada por las tareas de prevención, un trabajo que comenzó el viernes por la mañana y que continuó durante toda la jornada de ayer.

Las fuerzas de seguridad centraron todos sus esfuerzos en advertir a la ciudadanía de los peligros que implica la llegada de vientos de más de 150 kilómetros por hora. Desde la primera hora de la mañana del viernes, además de recordar en las paradas de autobús la suspensión de las clases, los agentes cerraron las zonas de mayor peligro y recomendaron a los vecinos que, cuando empezaran a notar un viento anormalmente fuerte, se encerraran en sus viviendas y evitaran en lo posible salir a la calle.

Las huellas del ciclón

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Javier Losada explicó que la única dificultad surgida durante la noche para completar las tareas de desescombro había sido la de los frecuentes cortes en el suministro de la electricidad. "Hubo daños que no pudimos ver por falta de luz", declaró el alcalde, que lamentó el aspecto de "suciedad" que presentaba la ciudad ayer por la mañana a causa de la decisión de posponer la recogida de basura.

El Gobierno municipal evitó hacer declaraciones sobre los costes económicos del temporal, aunque el propio Javier Losada aseguró en una comparecencia ante los periodistas que "dentro de unos días", cuando los servicios de Patrimonio evalúen la gravedad de los destrozos, informara sobre las cantidades a pagar.

Las huellas del ciclón

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Los responsables del operativo destacaron la violencia con la que soplaron los vientos y afirmaron que ésta había sido incluso mayor que la del mítico Hortensia. "Cuando recibimos el Hortensia hubo rachas de 120 kilómetros por hora y ayer esas cifras se superaron y se mantuvieron durante más tiempo", dijo Losada tras haber mantenido una reunión con bomberos, policías y Protección Civil para evaluar los daños causados por el ciclón.

El alcalde reiteró más de una vez que el cumplimiento de las recomendaciones por parte de los ciudadanos había sido la causa de que nadie resultara herido. Ninguna de estas medidas preventivas, que incluyeron el cambio de posición de las grúas y la decisión de no recoger la basura de los contenedores para que éstos ofrecieran una mayor resistencia al viento, resultaron suficientes para impedir que el poderoso ciclón dejara su huella.

Las huellas del ciclón

Las huellas del ciclón

EA Maestranza. La caída de un árbol que destrozó parte de la fachada de una vivienda militar conocida como el edificio de los infantes y ubicada en la calle de A Maestranza fue el suceso más grave ocurrido en esta zona de la ciudad, una de las más afectadas por el ciclón. El árbol, que ayer por la mañana ya había sido partido en trozos por los responsables de Protección Civil, destrozó un balcón del edificio.

EMéndez Núñez. Ni siquiera los mimados árboles de los jardines de Méndez Núñez, que reciben cuidados casi semanalmente, fueron capaces de soportar la fuerza del viento. El temporal arrasó la zona de los jardines situada frente a la sede de la Policía Nacional. El concejal de Seguridad Ciudadana y Tráfico, Florencio Cardador, atribuyó la caída de un gran árbol a la desproporción existente entre su altura y el grosor de sus raíces. Toda la superficie de los jardines apareció cubierta de ramas y hojas de los árboles que, aún manteniéndose en pie, perdieron alguno de sus elementos.

Las huellas del ciclón

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EOs Rosales. El barrio de Os Rosales y el del Agra do Orzán fueron visitados por bomberos, policías municipales y miembros de protección civil en cincuenta ocasiones -un cuarto de todas las que hubo en la ciudad-. El desprendimiento de varias placas de aluminio de la fachada del centro para mayores del barrio fue el suceso más llamativo, aunque todas las calles aparecieron en la mañana de ayer llenas de papeleras arrancadas, basura desperdigada, árboles inclinados y vallas publicitarias retorcidas. El viento también arrancó fragmentos del tejado e incluso chimeneas en el edificio circular ubicado junto al centro de salud del barrio, en las proximidades de la plaza elíptica.

EA Grela. El desprendimiento del tejado de una de las gradas del campo de fútbol de A Grela II dañó trece autobuses de la empresa Vázquez que estaban aparcados justo en el lugar en el que cayó la estructura de hormigón. Este suceso fue calificado por el propio alcalde como el más grave de todos cuantos ocurrieron durante la jornada. Un trabajador de la empresa de autobuses aseguró que las instalaciones de la estación donde están aparcados los vehículos estaban "en perfecto estado" y culpó de lo ocurrido a las deficiencias en las estructuras de las gradas de hormigón del campo de fútbol municipal.

ERonda de Outeiro. Las vallas publicitarias fueron los elementos más afectados por el temporal en esta vía. Las estructuras que sustentan los carteles, deformes a causa de la acción del viento, dejaron constancia de la fuerza del temporal en puntos como el que marca el edificio número 314. Como en todos los barrios de la ciudad, también esta vía quedó llena de ramas, basura y mobiliario urbano desperdigado.

EZona centro. El centro de la ciudad, desde María Pita hasta Juan Flórez, acumuló un total de 62 intervenciones. La decisión del Ayuntamiento de no recoger la basura, unida a la acción del viento sobre papeleras y contenedores, hizo que zonas como los Cantones aparecieran ayer por la mañana llenas de desperdicios. Los árboles partidos en calles como Juana de Vega o el ventanal roto de la iglesia de San Nicolás fueron otras de las imágenes que dejó el temporal en el centro urbano. Los apagones, aunque apenas duraron diez minutos cada uno, se sucedieron a lo largo de toda la madrugada, y dejaron por momentos sin iluminación a las principales zonas de ocio nocturno.

EA Zapateira. Las urbanizaciones que existen en esta zona sufrieron con especial virulencia los efectos del ciclón. A la caída de tejas y árboles se sumó un corte del suministro eléctrico que se prolongó hasta las siete de la tarde y que motivó el enfado de los residentes de urbanizaciones como Vallesur, Augasmansas, O Carón y Ultreya.

EAlfonso Molina. La vía más transitada de la ciudad se convirtió durante el temporal en un cañón de viento y sufrió importantes destrozos en sus grandes vallas publicitarias, algunas de las cuales se desplomaron sobre los arcenes y llegaron incluso a invadir una parte de la zona transitable de la calzada. A pesar de la magnitud de los destrozos y de la ocupación de una parte de la vía por los carteles desprendidos, no sucedió ningún accidente de circulación. La policía cortó la vía mientras los bomberos retiraban los paneles caídos.

EArcher Milton Huntington. Los vecinos de algunos edificios de esta calle sufrieron un apagón que se prolongó durante casi 24 horas. Algunos afectados explicaron que se dieron casos de vecinos que se quedaron sin luz a pesar de que otros residentes de su mismo edificio disponían del suministro eléctrico y denunciaron la escasa información suministrada por la empresa Unión Fenosa.

EVilla de Negreira. Los bomberos tuvieron que desplazarse a esta zona para retirar los fragmentos de una superficie acristalada que se desprendió de un edificio. Los efectivos antiincendios destacaron que esta actuación fue una de las más complicadas de todas las desarrolladas durante toda la noche del temporal.

EMonte Alto. El suceso más impactante ocurrido en este barrio a causa del temporal fue la caída de tres árboles en el campo de Marte. Los árboles destrozados motivaron la visita a la zona de varios vecinos, que observaron sorprendidos los devastadores efectos del ciclón. Las corrientes de viento también derribaron árboles, fragmentos de tejados y mobiliario urbano en vías como la calle de la Torre y Orillamar.

ECiudad Vieja. Los vecinos del casco antiguo eran unos de los más preocupados ante la llegada del temporal, debido al elevado número de casas en ruinas que hay en la zona. El temporal, sin embargo, no causó incidentes graves y únicamente dejará para el recuerdo imágenes como la de una antena de satélite desplomada en la plaza de Azcárraga. Los apagones también afectaron a varias calles de la Ciudad Vieja. Los residentes de la calle Sinagoga y de algunas de sus vías colindantes denunciaron ayer por la tarde que habían permanecido 24 horas sin suministro eléctrico. Algunas viviendas todavía seguían sin luz al cierre de esta edición.

EOs Castros. Los vecinos de Os Castros amanecieron ayer con un paisaje plagado de basura salida de las papeleras arrancadas y de pequeños árboles arrancados. El Ayuntamiento contabilizó un total de 66 intervenciones en el barrio y en sus alrededores, datos que lo consolidan como uno de los más castigados por el ciclón. La mayoría de los incidentes, sin embargo, fueron de escasa gravedad.

ERiazor. El paseo marítimo y la zona de las Esclavas no podían faltar en un listado de destrozos causados por el viento huracanado. El ciclón provocó el desprendimiento de un fragmento de la cubierta de una de las gradas del estadio municipal de Riazor. El oleaje, a pesar de la coincidencia de la pleamar con el temporal, no causó ningún daño material ni personal en el paseo.

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