'A dos velas' en el rural

Redacción | A Coruña

Los fuertes vientos, que arrancaron de cuajo árboles de más de veinte metros de altura y se llevaron por delante tejados de viviendas, cubiertas de invernaderos y galpones y los cierres de varias fincas causaron daños que los afectados cifran, en algunos casos, en más de 18.000 euros.

Los vecinos de localidades rurales como Bribes, en Cambre, o la urbanización O Castelo, en Carral, fueron algunas de las más castigadas por el ciclón que azotó la comarca, que mantuvo sin suministro eléctrico a miles de familias hasta pasadas las seis de la tarde de ayer en algunas zonas. Los fallos en el sistema eléctrico, que ocasionaron cortes en el suministro de agua potable y en el servicio telefónico, pusieron a prueba la paciencia de los lugareños. "Aquí estamos completamente tirados, menos la lotería nos toca todo", lamentó Suso Carro, portavoz de la asociación de Bribes. Y es que los vecinos de esta pequeña localidad cambresa, aislada durante horas por los cortes en la carretera, permaneció a oscuras durante más 48 horas. "Todavía hay rueiros que siguen sin luz, es normal que la gente pierda la paciencia", concluyó el portavoz, que conserva la esperanza de que "tras las nieves vengan los bienes".

Un caso similar al que vivieron las cerca de 300 familias de la urbanización O Castelo, que no recuperó la normalidad hasta pasadas las siete de la tarde. Los vecinos de esta zona residencial, aislada por las fuertes granizadas, vieron cómo el temporal arrancaba los tejados de algunos galpones y cómo poco a poco se vaciaban los depósitos que abastecen a las viviendas sin que Unión Fenosa restableciese el suministro. "Los vecinos venían al bar para poder, al menos, cargar el móvil, pero los que pudieron se fueron a casa de sus padres", explica una de las residentes.

En peor situación estaban los residentes en los núcleos rurales del Concello de Cerceda, que preparaban ayer para su tercera noche sin luz ni calefacción. "Miras para Meirama y te enfadas todavía más", critica una de las afectadas. La misma situación se repitió en prácticamente todas las localidades rurales de la comarca, como Mera, en Oleiros, Teixeiro, en Curtis, o Tarrío, en Culleredo, Loureda, en Arteixo o San Isidro, en Bergondo, que sufrieron con especial virulencia un temporal "mucho peor que el Hortensia".

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