La Policía Local detuvo en la madrugada del sábado al domingo, alrededor de las dos y media, a un hombre de 33 años armado con un escopeta que minutos antes había encañonado a varios agentes. A.J.D.M., con antecedentes delictivos relacionados con el tráfico de drogas, trató de disparar el arma contra los funcionarios municipales, aunque el proyectil no llegó a salir de la escopeta al no percutir el cartucho. Los agentes localizaron al sospechoso en la calle Vista, después de que un transeúnte alertase al 092 de la presencia de un hombre armado. En ese momento, varias patrullas de las policías local y nacional se encontraban en la calle de la Estrella, donde se le había perdido la vista a A.J.D.M.

Un vehículo del 092 se trasladó a la calle Vista, donde el hombre intentó disparar contra los agentes. Se dio a la fuga en dirección a San Andrés, aunque fue localizado de nuevo en el portal de un edificio situada en la calle de la Estrella, a la altura de la parte posterior de las fundaciones Caixa Galicia y Barrié. Según pudieron saber los agentes que se encargaron de su detención, el hombre residía en el inmueble donde fue apresado. La policía se incautó del arma, una escopeta de doble cañón con varios cartuchos.

Las primeras patrullas en llegar a la zona fueron de la Policía Local, que se personaron en la calle de la Estrella después de ser alertadas de que un hombre había disparado contra un joven con el que minutos antes había tenido una discusión en las inmediaciones de la calle Vista. El perjudicado, de unos veinte años, contó a los agentes que su agresor le reprendió por mover una valla. "Yo de ti no lo haría", le dijo en dos ocasiones al joven, quien hizo caso omiso de la advertencia. Según su declaración, A.J.D.M. se dirigió entonces hacia él mientras sacaba un puño americano de uno de los bolsillos del pantalón. Se lo puso en la mano e hizo ademán de golpearle, pero el joven le lanzó un vaso de cristal para repeler la agresión.

El detenido se separó entonces de él al tiempo que le advertencia que la discusión no iba a quedar ahí. El joven no le dio más importancia a estas palabras, hasta que minutos más tarde el hombre regresó con una escopeta. La víctima escuchó dos disparos, aunque no está claro si en este primer intento de agresión el cartucho tampoco percutió o si el proyectil no le alcanzó. No tenía ninguna herida, aunque apenas podía hablar de los nervios.

"¿Cómo puede ser que alguien te dispare en la calle?", se preguntaba ante los agentes, que en ese momento trataban de obtener una descripción física del sospechoso y saber cómo se habían producido los hechos. Los policías se interesaron en primer lugar por la nacionalidad del agresor. El joven dejó claro que no tenía acento extranjero y les explicó cómo iba vestido. En esta tarea fue ayudado por una amiga que trataba de tranquilizarlo.

La noticia corrió como la pólvora entre los bares cercanos. La presencia policial hizo que muchos clientes de los bares e incluso los camareros de alguno de ellos saliesen a la calle para enterarse de lo que había pasado. Amigos de la víctima que no se encontraban con él cuando fue encañonado tampoco tardaron en presentarse en el lugar para comprobar que se encontraba bien, aunque las bromas comenzaron tan pronto como vieron que no estaba herido, aunque sí muy asustado por las consecuencias que podrían haber tenido los disparos.

Unos diez minutos después de la llegada de las primeras patrullas, los agentes fueron alertados de que el sospechoso se encontraba en la calle Vista. A.J.D.M. fue trasladado a dependencias de la Policía Nacional, donde permanecerá detenido hasta que pase a disposición judicial.