Se lo propuso uno de sus profesores y no dudaron en participar, en posar y dejarse fotografiar por el pintor Pedro Ávila Durán, dejando que la imaginación del artista les inmortalizase en situaciones cotidianas, haciendo lo que mejor se les da y de lo que han decidido que sea su futuro: Deporte.

Bajo el título de Agón, Ávila retrata el movimiento, la tensión de los músculos, los cuerpos que se preparan para hacer un ejercicio o que se relajan después de ejecutarlo. Durante tres décadas ha pintado cuerpos de hombres desnudos, jugando, saltando, luchando, dando el último paso para ganar una carrera o con la mano estirada que logra pasar la pelota al otro lado de la red. Desde ayer y hasta el día 30 de mayo, de las paredes del Castillo de Santa Cruz de Oleiros cuelgan más de medio centenar de retratos en los que los protagonistas de esas acciones que valen una victoria o una derrota son seis jóvenes estudiantes de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (INEF) que, durante dos meses del 2008, posaron para Ávila realizando infinidad de figuras y de ejercicios.

Esta exposición es una de las actividades que se enmarca dentro de la segunda edición del Congreso Internacional de Deportes en Equipo cuyas actividades se celebrarán, hasta mañana, en las instalaciones de la facultad de Bastiagueiro, pero que empezó a forjarse hace ya dos años, cuando la Universidade da Coruña se puso en contacto con Ávila para que introdujese su manera de concebir el arte en las aulas de INEF.

El proceso, según explica el artista, fue muy sencillo, uno de los profesores se encargó de publicitar la iniciativa entre los alumnos de la facultad; cuando llegó a Bastiagueiro, con tres modelos femeninos y tres masculinos, empezó a desarrollar el proyecto, creando composiciones, desechando algunas de las ideas preconcebidas con las que había llegado y dejando que ocupasen su puesto las que se le iban ocurriendo a medida que los estudiantes se metían en el papel de los personajes que ilustrarían Agón. Cuenta Ávila que no será la única exposición que haga con estos trabajos porque un mes de pruebas da para mucho, pero que el tiempo no siempre se alía con los artistas y, por ello, hay cuadros que no ha conseguido terminar a tiempo y que se exhibirán más tarde, quizá en una revisión de esta primera exposición.

Durante 30 años, Pedro Ávila se ha dedicado a retratar con sus pinceles y colores cuerpos de deportistas masculinos y ahora se adentra también en la estética femenina. Asegura que no hay diferencias abismales para un pintor a la hora de trazar las líneas que forman un torso femenino y uno masculino, pero reconoce que el "tratamiento es diferente". En Agón no opta por el desnudo integral "no se trataba de eso", explica el autor, a quien ya le parece poco natural el realizar ejercicios gimnásticos sin camiseta.

"Me gustaba jugar a ese juego", dice Ávila, al juego en el que algo que parece espontáneo se sabe que no lo es por los detalles que nos deja ver el artista, sin embargo, tampoco es un posado en el que todo está estudiado y en el que todo está en su sitio y no hay nada que lo pueda mover ni quebrantar.

"No siempre salen las cosas como uno se imagina", responde Ávila, a la pregunta de cuántos cuadros han sido necesarios para hacer esta exposición en la que reconoce que ha buscado "el gesto contenido y la tensión".

Tuvo que realizar los retratos en su estudio de Santiago de Compostela y, por eso, tomó fotografías de los jóvenes que le prestaron su imagen para Agón y no retocó los cuadros ya terminados porque sus modelos hubiesen cambiado, porque, desde el principio, había apostado por agarrar el momento preciso. "No en el que se produce la acción, sino los instantes previos a que se produzca", relata Ávila, recordando algunas de sus piezas, como las del lanzamiento de jabalina, de disco o de peso, en las que no se sabe cuál será la marca obtenida ni si, realmente, los deportistas tendrán la oportunidad de ejecutar el ejercicio cuando dejen de ser observados por los ojos del artista.

Las manos que cogen un aparato, los rizos que se escapan de las melenas de las chicas y el deporte en todas sus expresiones son los protagonistas de este recorrido por el cuerpo humano, sus músculos y tensiones.