Un puente de hierro de 230 metros de largo (a la derecha de la imagen) comunicaba los dos lados de la ensenada y las dos partes del lazareto. Los lazaretos siempre estaban ubicados en zonas lejanas y aisladas de la población urbana. La isla de San Antón también fue un lazareto hasta el siglo XV. Daba cobijo a marineros enfermos que guardaban en este lugar su cuarentena o periodo de aislamiento. Las autoridades lo utilizaban para mantener A Coruña a salvo de epidemias. La construcción de un lazareto era fundamental para el desarrollo y el progreso de los puertos. Ocurrió en A Coruña y ocurrió en Vigo, donde San Simón se puso en marcha como sanatorio en 1842.