La Autoridad Portuaria aprobó el año pasado adjudicar a una empresa especializada el diseño para la ampliación de las instalaciones del puerto exterior y que incluye un incremento de los puntos de atraque en el muelle petrolero pese a que todavía no ha llegado a un acuerdo con Repsol para su traslado a punta Langosteira. La institución marítima prevé gastarse, en una primera fase, 24 millones en aumentar la capacidad de la dársena destinada a graneles líquidos, una inversión final que, en el futuro y de acuerdo a las conclusiones que se extraigan del estudio técnico, llegará hasta los 48 millones.

Puerto y Repsol negocian desde 2007, de manera oficial, el traslado de las instalaciones de la empresa petrolífera desde A Coruña a punta Langosteira. La compañía llegó a romper las negociaciones con la Autoridad Portuaria pese a que esta operación es clave en el proyecto del puerto exterior. Entre las justificaciones para ejecutar la obra que aparecen en el estudio de impacto ambiental del Ministerio de Medio Ambiente, de 2001, se cita la necesidad de "alejar de la ciudad los tráficos portuarios de mayor incidencia ambiental" y "eliminar el actual oleoducto que recorre parte de A Coruña". Además, la localización del puerto exterior se decidió, en gran parte, porque la zona de punta Langosteira se encuentra cerca de la refinería que Repsol tiene en Bens.

El Puerto coruñés fue incluso más allá y, sin haber cerrado la negociación con Repsol, adjudicó hace un año la asistencia técnica para la redacción del proyecto de ampliación del recinto de punta Langosteira y, a continuación, en octubre, el diseño del pantalán petrolero por casi 500.000 euros. La intención de la Autoridad Portuaria es construir ocho atraques de graneles líquidos en el dique de abrigo en cuatro pantalanes. "El coste de cada pantalán se estima en 12 millones, en una primera fase se podría incluir la construcción de dos pantalanes con un coste en consecuencia de 24 millones", fija la institución marítima en el pliego del concurso para ampliar Langosteira. De construirse los ocho atraques, el Puerto deberá desembolsar 48 millones. "Independientemente de que en un primer proyecto sólo incluyan dos de los cuatro pantalanes, será necesario desde el inicio analizar en detalle la distribución de atraques y la configuración en planta de cada uno de los cuatro", matiza el Puerto, que ya especificó en qué consiste la ampliación del muelle petrolero: "Esta actuación permite la ejecución de hasta cuatro pantalanes perpendiculares a la alineación del dique actualmente en construcción con capacidad cada uno de ellos, como mínimo, para dos buques tanques de 10.000 a 200.000 toneladas. Todo ello condicionado a los estudios que se realicen sobre compatibilidad de atraques y maniobras". El Puerto pretende que Repsol pague la obra de la nueva terminal. La concesión de la compañía en sus instalaciones actuales en el casco urbano expira en 2027.

En la reunión celebrada en Madrid el pasado 3 de agosto con cinco administraciones sentadas a la mesa -Puerto de A Coruña, Ministerio de Fomento, Puertos del Estado, Xunta y Ayuntamiento-, la Autoridad Portuaria admitió que el sobrecoste de las obras de Langosteira asciende a 283 millones, y que la ejecución de trabajos en el morro del dique, el contradique, la cantera, las explanadas de acceso, las medidas de seguridad y el pantalán de descarga petrolífera costará otros 160. El problema es que gran parte de estas obras -entre las que está la ampliación del muelle de graneles líquidos- se incluyeron cuando el Puerto decidió ampliar el proyecto, por lo que no aparecen en la relación presupuestaria que se elaboró en la propuesta inicial.