La Policía Nacional detuvo a dos jóvenes de 22 años por robar un teléfono móvil y dejar en su lugar una maqueta. Los sospechosos accedieron a una tienda de telefonía sobre las doce de la mañana del 6 de agosto y le pidieron a la dependienta que les mostrase varios modelos de terminales, entre los que estaba el hurtado, que cuesta 700 euros. En un momento de descuido, los imputados cambiaron el teléfono por una maqueta de las que ponen los comerciantes en los expositores y se marcharon del lugar. La empleada del establecimiento no se percató del robo hasta que minutos después se dispuso a guardar los teléfonos.

La dependienta denunció los hechos y la policía inició una investigación que terminó con el arresto de los sospechosos. Uno de ellos había sido detenido en ocho ocasiones, y el otro había sido arrestado una vez por robar un coche.