La Consellería de Mar se incautó entre el 3 de junio y el 24 de agosto de 5,6 kilos al día de pescados y mariscos, según informó ayer la Xunta. En A Coruña los guardacostas decomisaron a los furtivos 282,3 kilos de pescado; 68,7 de crustáceos; 62 de cefalópodos; 54 de bivalvos; y 0,6 de otras especies, lo que suma un total de 467,6 kilos.

Los productos confiscados en A Coruña representan un 2,54% del total de toda Galicia, mientras que las incautaciones en Vigo constituyen el 85,72% de la comunidad autónoma. En la ciudad olívica se recolectaron 15.739,35 kilos de especies, frente a los 467,6 de A Coruña.

Muxía y la ría de Arousa también superan las cifras de la provincia. En Ferrol es donde menos pescados y mariscos decomisaron a los furtivos los servicios de guardacostas -58 kilos-, que contrastan con las cifras de Vigo, el lugar donde se requisaron más especies -15.739,35 kilos-.

En cuanto a los medios que usan los ilegales para mariscar, en A Coruña la Consellería de Mar requisó 384 aparatos en dos meses y medio. Las nasas son los útiles más intervenidos por los vigilantes del Gobierno autonómico en la provincia.

En total, los funcionarios de la Consellería se incautaron de 323 nasas; 13 trajes de buceo; cuatro mallas; 13 útiles; y 31 utensilios usados en las artes del marisqueo. En Galicia la Xunta intervino 5.705 herramientas.

Los mariscadores de la ría de O Burgo, en la que la Xunta prohibió mariscar en el mes de abril de 2007, denunciaron ayer que unos treinta furtivos faenaron por la tarde en la ría, entre el puente de A Pasaxe y Santa Cristina. Los afectados aseguran que en los últimos meses aumentaron el número de ilegales que faenan en la zona y calculan que todos los días hay entre treinta y cuarenta furtivos. Una embarcación de la Xunta y una dotación de la Guardia Civil se desplazaron por la tarde a O Burgo alertada por los miembros de la Cofradía de Pescadores de A Coruña y echaron a los ilegales. Los mariscadores, no obstante, afirman que los guardacostas en muchas ocasiones se limitan a "observar" en lugar de impedir que esquilmen las crías de almejas y berberechos que ellos mismos siembran.

Los afectados exigen a la consellería de Mar que incremente los controles y a la de Medio Ambiente que vigile los vertidos. La cofradía denunció ante la Comisión Europea de Medio Ambiente los derrames de aguas fecales e industriales en la zona. La Unión Europea investiga si el Gobierno central incumple alguna de sus directivas.