El Gobierno local calcula que hasta la segunda quincena de septiembre no podrá determinar la subida que aplicará el próximo año en los impuestos municipales. La concejal de Hacienda, Carmen Marón, explica que hasta esa fecha no se conocerá la cuantía que le corresponde al Ayuntamiento coruñés en la participación de los ingresos del Estado y de la Xunta.

Los responsables municipales esperarán también a ese momento para recibir las últimas previsiones sobre la tasa de inflación con la que concluirá el año, otro de los factores decisivos a la hora de elaborar el proyecto económico del Ayuntamiento para el próximo ejercicio, en el que el PP reiterará su exigencia de que se congelen los impuestos locales.

Los recursos que se destinan a los ayuntamientos en concepto de su participación en la recaudación obtenida con los tributos estatales y autonómicos suponen una cifra considerable dentro de su capítulo de ingresos, por lo que el Ejecutivo coruñés prefiere esperar a conocer ese dato antes de decidir la cuantía en la que incrementará sus propios impuestos.

En cuanto a la inflación, pese a que los precios han seguido una senda claramente negativa durante los últimos meses, aunque el indicador adelantado de agosto refleja que durante este mes cayeron un 0,8%, seis décimas menos que en julio. Este dato confirmaría la previsión del Gobierno central de que a finales de año habrá un repunte en el índice del coste de la vida, lo que justificaría una subida de los impuestos municipales.

A finales del pasado año, el Ayuntamiento coruñés aprobó una subida tributaria del 3%, cuando la inflación prevista para finales de 2008 era del 4,2%. El incremento fue inferior al de otras ciudades gallegas, en las que se optó por alcanzar el aumento del coste de la vida o situarse a corta distancia del mismo. Frente a esta decisión, el grupo municipal del Partido Popular defendió un año más la congelación de los impuestos, que justificó por la necesidad de aminorar el impacto causado por las subidas aplicadas en los ejercicios anteriores.

Los populares coruñeses siguieron la estrategia de sus compañeros en las principales urbes de la comunidad autónoma, en las que también se encuentran en la oposición, pero sus propuestas no encontraron eco en los gobiernos locales ocupados por socialistas y nacionalistas.

El portavoz del PP en el Ayuntamiento de A Coruña, Carlos Negreira, volverá a plantear este año que los tributos municipales no experimenten ningún incremento en el ejercicio de 2010, ya que considera que se dan las mismas circunstancias que a finales de 2008. Negreira cree imprescindible la puesta en marcha de un "plan de austeridad en el gasto" en el Ayuntamiento, en el que destaca la existencia de 15 concejales que gozan de dedicación exclusiva, así como de 9 tenientes de alcalde, que perciben unos emolumentos superiores al resto de concejales del equipo de gobierno. El jefe de filas del PP en el Concello asegura además que la nómina de asesores del Gobierno municipal coruñés constituye un "récord en Galicia", por lo que manifiesta: "Si les pedimos a los ciudadanos que se aprieten el cinturón, lo que no puede ser es que el Ayuntamiento siga viviendo como en las mejores épocas".