La decisión del Gobierno local de incrementar en un 20% el presupuesto de construcción del parque de Oza -adoptada en contra del criterio de la asesoría jurídica del Ayuntamiento- es calificada por la oposición municipal de "fraude de ley", ya que el Partido Popular la considera como un recurso para evitar la convocatoria de un nuevo concurso.

Para los populares, el Ejecutivo local aplicó un aumento del coste del proyecto -desvelado ayer por LA OPINIÓN- que coincide exactamente con el límite legal fijado para no tener que licitar de nuevo estas obras y para ello recurrió a la división en dos partes de los trabajos de pavimentación y construcción de una acera en la calle Joaquín Galiacho, adyacente al futuro parque de Oza.

La modificación de esta iniciativa pese a las advertencias efectuadas por los letrados al servicio del Concello es calificada por el PP como una "nueva evidencia de la negligente forma de actuar" del Gobierno municipal.

Para los ediles de la oposición, el informe jurídico elaborado por los asesores jurídicos sobre los cambios propuestos en el proyecto es "claro y contundente", ya que estima que los trabajos en la calle Joaquín Galiacho no son necesarios para la construcción del parque y no están justificados por causas imprevistas, circunstancias que admite la legislación vigente para autorizar una alteración del proyecto inicial ya adjudicado por el Ayuntamiento.

De acuerdo con esta idea, el Partido Popular se muestra convencido de que las obras programadas en esa calle tendrían que haber sido contratadas de forma independiente de las del parque de Oza y asegura que la decisión de incluirlas en esa actuación refleja la "nefasta gestión" del Gobierno local, al que acusa de "valerse de argucias y triquiñuelas para no cumplir la legalidad".

En opinión del grupo popular, esta forma de actuar hace temer que en el futuro se produzcan problemas jurídicos que obligarían al Concello a afrontar gastos por la presentación de recursos o el abono de indemnizaciones, situaciones que considera que repercutirían de forma negativa en las finanzas municipales. El PP relaciona este caso con la sentencia sobre el edificio Conde de Fenosa, que obliga a demoler parcialmente el inmueble por las irregularidades cometidas en su tramitación" para poner de relieve "la falta de rigor" de la gestión municipal en A Coruña.

"El Ayuntamiento tendría que reconocer el grave error que cometió con este proyecto y empezarlo de nuevo", manifiesta José Temprano, portavoz de Bardos Cultural, entidad que denunció ante la Fiscalía los supuestos daños causados al patrimonio histórico por estas obras y que exigió su paralización por este motivo.

Para Temprano, la contratación de los trabajos en Joaquín Galiacho son "una disculpa" que trata de esconder el sobrecoste originado en la construcción del parque por la aparición de restos históricos que fue necesario rehabilitar tras los derribos efectuados por las máquinas durante las explanaciones que se realizaron en el lugar.

El representante de Bardos Cultural considera excesiva la cantidad de más de 200.000 euros que se destina a la pavimentación de una calle de una longitud muy reducida y afirma que los responsables de esta iniciativa "nunca pensaron en el valor histórico que podían tener las edificaciones existentes en el lugar", en la que se encontraba la residencia de Pedro Martín Cermeño y García de Paredes, quien fue capitán general de Galicia a finales del siglo XVIII y promotor de los edificios de la avenida de La Marina que hoy se conocen como Casas de Paredes.

Temprano recuerda que todavía está pendiente la resolución de la Fiscalía sobre la denuncia presentada por estos hechos y que además el Ayuntamiento mantiene todavía abierta una negociación con el Arzobispado de Santiago acerca de unos terrenos que pretenden incluirse en el futuro parque. La propiedad de esas parcelas corresponde a la parroquia de Santa María de Oza, cuya iglesia limita con la zona verde que se construye en la zona, por lo que el Gobierno local trata de que se incorporen al parque.

La alteración del presupuesto original supone un nuevo contratiempo para el proyecto de la zona verde de Oza, cuya realización fue anunciada en repetidas ocasiones por el Ayuntamiento desde el año 2003, aunque no fue hasta 2007 en que comenzaron los trabajos previos a la construcción del parque. La primera piedra fue colocada hace ahora un año y ya el pasado mes de julio la Concejalía de Infraestructuras inició los trámites administrativos para modificar el presupuesto en 207.000 euros.

Naos Arquitectura, la empresa que diseñó el parque, justifica este incremento en la aparición de "imprevistos que obligan a incluir nuevas unidades de obra necesarias para realizar la obra", en referencia a la pavimentación de la calle Joaquín Galiacho. Los asesores jurídicos del Ayuntamiento rechazaron esta argumentación y se opusieron al aumento del presupuesto, por lo que tuvo que ser el ingeniero de caminos municipal y director de la obra quien avalase las tesis de la empresa para que el Gobierno municipal autorizase la modificación del proyecto, en la que apreció su "utilidad y conveniencia", así como su "interés público" para acceder al futuro parque.