La retirada de la estatua de Millán Astray y la decisión del Ayuntamiento de cumplir la legislación estatal encaminada a la supresión de la simbología franquista no cuenta con el aplauso de todo el mundo. La Asociación de Veteranos de la Legión anunció ayer que la desaparición de la figura no caerá en saco roto y presentará un recurso contencioso-administrativo con el único objetivo de que la Justicia declare ilegal los acuerdos aprobados en pleno por PSOE y BNG para la eliminación de cualquier elemento vinculado con la dictadura y la represión. ¿Pero qué pasará ahora con la efigie del fundador de la Legión? Por el momento, está guardada en los talleres municipales de A Grela, pero el director del Museo Militar, el coronel José Navas Ramírez-Cruzado, se ha ofrecido para recibirla con los brazos abiertos en sus instalaciones de la plaza Carlos I, en la Ciudad Vieja.

"¡Cómo no, estaríamos encantados! Se trata de un militar de prestigio y fundador de la Legión", afirmó ayer José Navas. El alcalde, Javier Losada, fue el primero en proponer el Museo Militar como nuevo emplazamiento para la estatua de Millán Astray. Sin embargo, el Ayuntamiento ni siquiera se puso en contacto con los militares y todavía ayer el concejal de Rehabilitación, el nacionalista Mario López Rico, admitió que no sabe qué va a pasar con la figura de bronce.

El coronel Navas matizó que ningún representante municipal se ha puesto en contacto para formalizar la propuesta que en su día lanzó el alcalde sin consultar antes con el Museo Militar. El director dejó claro que, con su ofrecimiento, no pretende inmiscuirse en los asuntos del Concello. Para José Navas, la determinación de dónde tiene que estar la estatua del fundador de la Legión debe basarse en el consenso, que sean "el Ayuntamiento y los coruñeses" quienes tomen la última decisión.

La retirada de la estatua de la plaza que lleva su nombre era la crónica de una muerte anunciada desde que el Ayuntamiento puso en marcha el proyecto para la rehabilitación de la plaza de España y sus alrededores. La decisión municipal de aprovechar las obras para poner fin a cuatro décadas de la estatua frente al cuartel de Atocha provocó que el malestar del grupo de veteranos de la Legión fuese incluso mayor. Pero ayer, con la retirada del monumento, la paciencia del colectivo ha llegado a su límite: "Es un contratiempo y una acción ilegal del Ayuntamiento marcada por su prepotencia. No es democracia ni es nada", lamentó el presidente de la asociación, Vicente Fernández.

Los veteranos de la Legión ya no tienen dudas de que, después de lo sucedido ayer, llevarán el asunto ante los tribunales en las "próximas semanas". "Los primeros asaltos pueden perderse, pero la batalla es larga", espetó Vicente Fernández. Con el recurso contencioso-administrativo, la agrupación pretende que la Justicia falle que los acuerdos plenarios para la supresión de los símbolos franquistas son "ilegales". De paso, el colectivo busca un segundo propósito: reponer la legalidad, es decir, que la estatua de Millán Astray, por ejemplo, vuelva al lugar de donde los operarios de la empresa López Cao la retiraron ayer por la mañana. Para el presidente de la Asociación de Veteranos de la Legión, el Ayuntamiento ha quitado la estatua para contentar a sus simpatizantes y electores, "acuciado por los prestamistas de votos".

El recurso de los veteranos de la Legión será el segundo al que tendrá que enfrentarse el Gobierno municipal. La hija de Millán Astray, Peregrina Millán-Astray Gasset, presentó a finales del año pasado una queja en la Subdelegación del Gobierno contra la retirada de la estatua de su padre al entender que el monumento "ni exalta la sublevación militar, ni la Guerra Civil, ni la represión de la dictadura de Francisco Franco".

Fue un "día histórico" para la Comisión pola Recuperación da Memoria Histórica da Coruña. El presidente del colectivo, Manuel Monge, colocó ayer un cartel en la plaza que aún lleva el nombre del fundador de La Legión en el que se leía: Milán Astray era un fascista impresentábel. Non era un coruñés de pro. ¡Adeus! La comisión lamentó que la retirada se produce con "mucho retraso" y solicitó por carta a la ministra de Defensa, Carme Chacón, que la figura de bronce se funda y se utilice de base para un monumento que conmemore a las víctimas del franquismo.