El Consorcio das Mariñas exigió ayer a la Xunta que incluyese en el nuevo estudio de viabilidad del metro ligero en A Coruña y su área metropolitana tres accesos a la red: uno que fuese hasta los polígonos industriales de la zona y a Arteixo; otro hasta Perillo; y el último que parase en Vilaboa y O Burgo, según declaró su presidente, Julio Sacristán.

Sobre si es una buena noticia o no que el Gobierno autonómico hubiese paralizado el estudio ya existente para comenzar de cero y hacerle un hueco al área metropolitana, Sacristán no sabe qué pensar. "Depende de lo que tarden en hacerlo. Si se va a alargar mucho en el tiempo, sería mejor retomar el estudio que ya hay y continuarlo con el área metropolitana, Eso va a depender de los plazos que se marquen y de las intenciones de la Xunta para financiar el proyecto", aseguró ayer el portavoz del consorcio.

Para la concejal de Medio Ambiente de A Coruña, Nieves Vázquez, el Ejecutivo autonómico no dijo ayer "nada nuevo", a pesar de que anunció que tiene previsto terminar el análisis de viabilidad durante el primer semestre del próximo año. La edil se unió a la "preocupación" que ya había mostrado el alcalde la semana pasada por "el retraso de las obras" y reincidió en la idea de que la ciudad "está preparada" para acoger las obras que la llevarán a tener una red de tranvías.

Se aleja de la preocupación de sus compañeros de filas, la diputada socialista Mar Barcón que, ayer, calificó la inversión en la reforma del tráfico como "inteligente, necesaria y sostenible" y que instó a la Xunta a que retomase el documento de viabilidad que ya existe y que, sobre él, hiciese las modificaciones pertinentes para integrar paradas en el área metropolitana. "Nunca un metro ligero estuvo tan estudiado", inició sus alabanzas al transporte público la concejal de Urbanismo, Obdulia Taboadela, que habló antes de conocer el contenido de la rueda de prensa que ofreció la Xunta para anunciar que hoy licitará el tercer estudio de viabilidad del metro ligero, incluyendo, esta vez, su paso por el área metropolitana.

Dice el director xeral de Mobilidade, Miguel Rodríguez Bugarín, que el nuevo servicio podría empezar a funcionar incluso antes de la llegada del AVE a Galicia, prevista para 2015.

Sacristán apuesta por la incorporación del área metropolitana en la red del metro ligero como la solución "al problema del tráfico" del que adolece A Coruña y confía en que algunas de las estructuras ya existentes en los concellos puedan ser aprovechadas para dar servicio al tranvía, aunque asegura que todavía desconoce los detalles del nuevo medio de transporte y que, por ello, no sabe si, realmente, se podrán conservar, por ejemplo, las vías del ferrocarril que atraviesan la comarca.

El primer estudio de la Xunta, realizado por el bipartito, solo incluía paradas dentro del término de A Coruña, y preveía que hasta diez millones de pasajeros lo utilizarían cada año para ir, por ejemplo, desde Monte Alto hasta la Universidad en 24 minutos y 36 segundos y del barrio de Os Rosales hasta la estación de autobuses en poco más de un cuarto de hora. Este primer documento centrado en la viabilidad de la implantación del metro ligero como alternativa al vehículo privado establecía que los tranvías podrían alcanzar los 70 kilómetros por hora en algunos tramos y que pararían en intercambiadores para que sus pasajeros pudiesen combinar el metro con otras alternativas de transporte público.

Para la concejal de Urbanismo, Obdulia Taboadela, la llegada del metro ligero es "un clamor popular", no oólo por el ahorro energético que supone, sino también porque "permite que las familias dejen su coche en casa".

La también socialista Mar Barcón aseguró ayer que los estudios ya existentes para implantar esta nueva manera de vertebrar el tráfico no solo en las ciudades, sino también en las comarcas que las rodean, se habían visto en peligro, ya que el documento de viabilidad para la zona de Vigo se paralizó "por el presupuesto" y la de A Coruña porque no incluía en sus cálculos el paso por los concellos cercanos y porque la situación económica no favorecía su ejecución.

"En 2009 había medio millón de euros asignado para el estudio que no se consignó, aseguró ayer Mar Barcón, que se quejó de que la Xunta no hubiese tomado como base el primer documento que hizo el bipartito para desarrollar la red del metro ligero por toda la comarca.

Sacristán apuesta por que, "al menos la primera corona" de municipios que lindan con A Coruña, se beneficie de esta inversión que reestructurará el tráfico y que, según los datos que maneja la Xunta podría empezar a funcionar dentro de cinco años, aunque esperará a que esté terminado el estudio de viabilidad para pedir financiación a Fomento.