El Gobierno gallego frenó en seco los cálculos demográficos incluidos por el urbanista Joan Busquets en su propuesta de plan general para A Coruña. Con un optimismo que no cuadraba con los datos reflejados por los organismos estadísticos, el autor del documento cifró en 88.600 los habitantes que se incorporarían al censo de la ciudad a lo largo de los diez próximos años, lo que supondría un crecimiento del 35%.

De acuerdo con esta previsión, el redactor del plan establecía la necesidad de que se construyesen 34.000 pisos, en los que se daría solución al problema del alojamiento para los nuevos habitantes. La propuesta causó la sorpresa del sector inmobiliario coruñés, en el que se alertaba de que ya existía una oferta de pisos muy amplia y de que la construcción de nuevas residencias no estaba justificada por la demanda.

La administración autonómica fue de la misma opinión que los profesionales del sector, puesto que al efectuar la revisión del plan, recomendó al Ayuntamiento que redujera sus previsiones sobre la población y, por lo tanto, sobre el número de viviendas que deberían construirse. Durante el proceso de corrección del texto, el Gobierno local rebajó el número de habitantes previsto al final de la década a 318.000, frente a los 335.000 calculados por Busquets. De este modo, el incremento demográfico sería de 70.400 personas y el del número de nuevos pisos en 27.000.

En relación con sus estimaciones de población, el urbanista catalán explicó que la cifra incluida en el plan general era tan sólo "el máximo que se puede alcanzar", aunque admitió que dudaba de que se llegara a ese dato. En su opinión, "si se hace una política decidida de vivienda protegida puede que parte de la población que hoy en día se ve forzada a irse fuera de A Coruña por el precio de los pisos prefiera quedarse en la ciudad". Para este experto, la ciudad tiene servicios "para aguantar hasta 50.000 habitantes más sin tener que dotarse de más", y añadió que estos equipamientos incluso funcionarían mejor con una mayor población.

Busquets reconoció que el número de habitantes no se incrementó pese a la construcción de 24.000 viviendas en los últimos años, pero que, a pesar de todo, puede producirse un aumento de población.