Suelo para todos los gustos

Las expropiaciones previstas por el Ministerio de Fomento se llevan por delante 322 fincas de los alrededores del aeropuerto. En total, 248.456 metros cuadrados destinados a todo tipo de usos: desde el residencial y el industrial, hasta el suelo dedicado a labradío, a eucaliptos o el que se ha convertido en un matorral.

Entre los afectados se encuentran vecinos -la mayoría con residencia en Culleredo- y empresas inmobiliarias. Sin embargo, uno de los grandes damnificados es el propio Ayuntamiento cullerdense: 31 parcelas suyas aparecen en la lista de fincas afectadas por el plan director para la ampliación de la pista y la adecuación del campo de vuelos. Son 9.839 metros cuadrados, en su mayoría destinados a aprovechamiento viario, pero también labradío, cultural y residencial.

En el expediente de expropiaciones constan inmobiliarias y la Fundación Pedro Barrié de la Maza, con un terreno de 280 metros cuadrados para prados. También aparecen particulares; algunos tan conocidos como el empresario Manuel Jove Capellán. En su caso, se trata de dos parcelas: una de una superficie de 1.689 metros cuadrados y otra de 18, y en ambos casos están dedicadas a "labor o labradío secano". La finca más grande alcanza los 21.875 metros cuadrados, mientras que la más pequeña apenas llega a los siete. Pero no en todos los casos Fomento tiene claro quién es el dueño de la parcela. En 31 de las fincas, el Gobierno desconoce quién es el afectado por las expropiaciones.

La ampliación de la pista se dirige hacia la cabecera más alejada de la ría, donde buena parte de las parcelas se destina a labradío, prados, árboles e incluso las hay que se han convertido en matorrales. De las 322 fincas que el departamento de Fomento prevé expropiar, casi un quinto -en concreto, 61- son dedicas a uso residencial. En casi todos los casos, la expropiación afecta a la totalidad de la parcela.