Aeropuerto

Alvedro se acerca a la meta

Alvedro afronta la ampliación de su pista en un buen momento tras los malos datos de 2009

Un avión en la pista de aterrizaje del aeropuerto de Alvedro. / Fran Martínez

Un avión en la pista de aterrizaje del aeropuerto de Alvedro. / Fran Martínez

Gemma Malvido | A Coruña

La ampliación de la pista de Alvedro se erige ahora como el mayor reto que ha de salvar el aeropuerto, pero, en su camino, se ha encontrado infinidad de piedras; algunas se las ponen los vecinos, muchas otras, las administraciones y otras él mismo. El aeródromo se enfrenta a su adaptación a los nuevos tiempos en su mejor momento, ya que ha conseguido superar los malos números del año pasado y, de este modo, acercarse a las marcas que había alcanzado en 2008.

La adecuación de la pista de aterrizaje y despegue, sin embargo, no es plato de buen gusto para todos. Los que residen en las inmediaciones del aeropuerto se quejan de que los planes de Aeropuertos Españoles de Navegación Aérea (AENA) no son los más adecuados, que se llevan por delante muchos de sus recuerdos y herencias pero, sobre todo, los que han encontrado sus nombres en las listas de expropiación forzosa lamentan no saber ni cómo ni cuándo ni cuánto les pagará el Estado por deshacerse de lo que, por ahora, son sus casas y sus terrenos de cultivo.

Muchos de los afectados lo único que quieren ahora es que, si no hay manera ya posible de salvar sus recuerdos, que todo se haga cuanto antes para despegarse la incertidumbre que se les ha adherido a la piel después de tantos anuncios y alegaciones, por eso quieren confiar en el ministro de Fomento, José Blanco, que aseguró que la obra saldría a concurso en otoño, porque ha sido el único que ha dicho una fecha, que ha puesto un plazo a lo que el alcalde de A Coruña, Javier Losada, considera ya una obra "imparable", pero que, cada día, se encuentra con un nuevo impedimento, con un informe de menos o una petición de más que no deja que avance un proyecto que, hasta algunos damnificados, consideran necesario por la peligrosidad de la pista de aterrizaje.

El Ministerio de Fomento inició el proceso de expropiación forzosa, a pesar de carecer del visto bueno del Ministerio de Medio Ambiente para ejecutar el proyecto, y éste continúa esperando a que AENA le envíe toda la documentación para realizar la declaración de impacto ambiental; un documento sin el que no se desbloqueará el proyecto. El Estado culpa de este retraso a la Administración autonómica, ya que el documento que falta debería haber sido remitido por la Dirección Xeral de Patrimonio; sin embargo, la Xunta culpa a AENA de no haberle enviado la información necesaria para realizar los informes y, por unos y otros, al final, como en todo, la casa sin barrer y la pista sin sus 400 metros de más.

Alvedro se enfrenta ahora a la recta final de su plan director, a su puesta a punto para afrontar el futuro y, en su haber, cuenta con los mejores datos sobre pasajeros de los dos últimos años.

AENA se marca el objetivo de llegar a los 1,7 millones de pasajeros en 2014; una meta que tiene difícil cumplimiento tras el descalabro del año pasado, en el que apenas superó el millón de visitantes, y la lenta recuperación de 2010. El ente aeroportuario asegura que es necesaria la ampliación por el aumento de viajeros que, cada año, tienen como punto de entrada o de salida A Coruña. Más de 14.000 pasajeros utilizaron este año las conexiones con Ámsterdam y Valencia.

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