Ciudad y cultura

El doctor García Suárez, supongo

Este oftalmólogo de 90 años comenta desde hace quince, cada lunes en la sede de Amigos dos Museos, fotos de sus viajes por todo el mundo

José Luis García Suárez, ayer en Portas Ártabras

José Luis García Suárez, ayer en Portas Ártabras / Fran Martínez

Luis P. Ferreiro | A coruña

Desde hace quince años, cada lunes el doctor José Luis García Suárez deleita a los asiduos a Portas Ártabras, el local de la Asociación de Amigos dos Museos, con una exposición de fotografías de algún lugar del mundo. Lo asombroso es que todas y cada una de las instantáneas que este oftalmólogo jubilado comenta en sus charlas las ha tomado él personalmente. Imágenes procedentes en lugares tan exóticos como Kenia y el Tíbet.

El doctor García Suárez asegura que guarda en su casa más de 100.000 fotografías, tomadas en sus "vueltas por el mundo": "Me gusta guardar testimonios gráficos de mis viajes. He estado en los cinco continentes. En Australia, no, pero sí en otras partes de Oceanía". Hasta por China se ha dejado caer este Ulises coruñés, y no una vez, sino dos.

Las asombrosas aventuras de este hombre de 90 años comenzaron hacia varias décadas, cuando decidió unir sus dos pasiones: la fotografía y los viajes.

"Cuando trabajaba, esperaba a las vacaciones para viajar. A España he dado la vuelta en coche 23 veces— recuerda García Suárez—, y ya de jubilado he visitado sitios como Birmania, cuando aún no había turismo allí, y el Tíbet, que es muy interesante".

En cuanto a la afición del doctor por la fotografía, le viene de más atrás todavía que su vocación de trotamundos: "De muy niño, los Reyes me dejaron una máquina de fotos. Hasta cuando fui a la guerra me llevé una cámara". Incluso su posterior dedicación a la oftalmología derivó de esta afición, porque comprendió que el acto físico de la visión guarda muchas similitudes con el arte de fijar las imágenes en papel.

Aunque no lo parezca por la inmensa cantidad de viajes de los que ha realizado a lo largo de su vida, a este inquieto viajero aún le queda un objetivo que cumplir: una visita al imperio del sol naciente. "No he ido a Japón —se lamenta García Suárez—. Mis dos anhelos eran visitar Japón y Nueva York, y a la ciudad estadounidense ya le hice un buen repaso".

Obviamente, tal cantidad de periplos y singladuras propiciaron montones de anécdotas, tan divertidas como una ocurrida en lo más profundo del África Negra, en la que el afán documentalista del buen doctor chocó de frente con el exceso de celo de un avestruz : "Le hice una foto con flash al animal cuando cubría sus huevos, y se levantó airado y nos atacó, con las alas abiertas. Iba en un jeep acompañado de un matrimonio y un nativo, y nos tuvimos que tirar al suelo del vehículo".

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