La banda del pueblo

La Banda Municipal ofrece una media de dos conciertos a la semana durante el mes de agosto

La banda del pueblo

La banda del pueblo / Víctor Echave

Luis P. Ferreiro | A Coruña

El fallecido ídolo del funk James Brown fue conocido, durante sus más de 40 años de carrera, por varios apodos. El más llamativo fue el de "hombre más trabajador del mundo del espectáculo". En la ciudad, hay una formación musical que se merece este título, una vez fallecido el inolvidable padrino del soul: la Banda Municipal.

El gerente, Xosé Carlos García Pardo, confirma la fama de esta estajanovista agrupación : "En agosto incluso llegamos a tocar dos veces a la semana". "Desde siempre ofrecemos dos tipos de conciertos —explica García Pardo—: los de la temporada otoño-invierno, que hacemos en el Palacio de la Ópera o en el Rosalía, y las obligadas actuaciones en las plazas".

Esos recitales al aire libre de los que habla el gerente tienen lugar en varios lugares y por distintos motivos: "En verano nos ponemos al servicio de la concejalía de Fiestas. Tocamos en el ciclo _Rúa Marineda, en Méndez Núñez, por Viñetas desde Atlántico y el gran concierto del parque de Santa Margarita".

El recital de ayer en la plaza de San Andrés fue un buen ejemplo de lo que ofrece la banda en sus conciertos veraniegos. "Al aire libre hacemos un repertorio más popular. La cuestión es que funcione —explica Xosé Carlos García Pardo—, no tiene sentido ponerse a tocar movimientos lentos beethovenianos, entre otras cosas, porque en un espacio abierto y con los ruidos de fondo, se perderían los matices". La orquesta divide ese tipo de recitales en tres partes, una "internacional y más llamativa", otra marcada por el folclore gallego, y una última, centrada en un repertorio español, con piezas de zarzuela, estilo que "le encanta" a la audiencia. Todo especialmente planeado para el exigente público a la que se enfrentan los músicos en estos concurrido conciertos. "Hay que tener en cuenta que tenemos un público maduro —concreta García—, en el límite de la tercera edad. Cuando tocamos piezas de compositores como Soutullo, por ejemplo, bailan como enanos".

Y el recital de ayer fue un perfecto ejemplo de la estructura explicada por el gerente de la banda. Tras una overtura de Bach, la agrupación atacó una selección de temas del musical de Lloyd Webber _El fantasma de la Ópera. Continuaron con algunas de las piezas más reconocibles del repertorio de Sinatra, y el espíritu patrio quedó patente con partes de La Revoltosa.

Tantos años de trabajo y tantos cientos de recitales dan para muchas anécdotas, como confirma el gerente de la banda: "Lo más habitual es que la gente te pida cosas, como el típico pesado que dice que deberíamos terminar con el Himno gallego, o que toquemos el Sitio de Zaragoza". Pero en algunos casos la perseverancia tiene su premio, como una persuasiva señora que logró que prepararan e interpretaran la Canción India de Korsakov. Los músicos incluso se tuvieron que enfrentar con algún espontáneo que, en avanzado estado de embriaguez, subió al escenario tambaleándose, con la intención de dirigir la función.

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