Ana Doldán, fiel a la tradición familiar, regenta una frutería en la plaza de Lugo, al igual que lo hicieron su bisabuela, su abuela y su madre. Aunque aplaude la idea de construir un parking bajo el mercado, lamenta que se haya perdido la plaza antigua porque "era mucho más bonita"; de hecho, reconoce que "lo ideal habría sido hacer una reforma de la vieja plaza conservando su estructura". Esta coruñesa asegura que "firmaría por los 12 metros que tenía en la plaza de Pontevedra y no por los 24 de aquí" y reconoce que "la ubicación es lo peor" porque, explica, los "metieron [a los puestos de fruta, de pan y de flores] en un segundo piso y la gente mayor cada vez viene menos".