Todas las administraciones dan por hecha desde hace meses la ampliación de la pista de Alvedro, salvo el Ayuntamiento de Culleredo y los afectados. El Gobierno ha desbloqueado el proyecto con la aprobación de la declaración de impacto ambiental, que permitirá licitar las obras en otoño. Era un secreto a voces, un puro trámite administrativo porque el Ministerio de Fomento ni siquiera aguardó a tener sobre la mesa este informe para arrancar la "expropiación forzosa" de las 322 fincas necesarias para aumentar en 400 metros la zona destinada a aterrizajes y despegues y para mejorar el campo de vuelos.

Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) respira más tranquilo. El Ministerio de Medio Ambiente aprobó el pasado viernes la declaración de impacto ambiental para el proyecto de ampliación de la pista de Alvedro, es decir, que los recursos naturales de los alrededores del aeródromo quedarán protegidos pese a las obras. La Delegación del Gobierno en Galicia destacó ayer que el expediente se publicará "en breve" en el Boletín Oficial del Estado, aunque el ente aeroportuario matizó que será esta semana. En función del dictamen ministerial, AENA deberá analizar si es necesario introducir algún cambio en su propuesta inicial.

"Tras el análisis del estudio de impacto ambiental, el expediente de información pública, la información complementaria solicitada al promotor y los informes de los organismos consultados, se deduce que el medio ambiente y los recursos naturales quedarán adecuadamente protegidos, siempre y cuando se realice el proyecto en las condiciones señaladas en la declaración de impacto ambiental", apostilló la Delegación del Gobierno.

La ampliación de la pista era un hecho desde hace meses. Sólo faltaba el cuándo, pues desde el Gobierno ya habían dado varios pasos que anunciaban cuál sería el final. El ministro de Fomento, José Blanco, no dudó en garantizar que la obra se sacaría a concurso en otoño e incluso emprendió en agosto la "expropiación forzosa" para este proyecto y la adecuación del campo de vuelos. Los vecinos afectados en Culleredo tacharon al ministro de "arrogante".

En este tira y afloja tuvo un papel crucial la Xunta del Partido Popular, pues cuando la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural y la Consellería de Medio Ambiente dijeron sí a la ampliación quedó claro que el proyecto era ya una realidad. Poco tardaron en el ministerio de Elena Espinosa en dar el visto bueno: sólo diez días después de recibir el estudio positivo de Patrimonio.

Los informes autonómicos provocaron incluso un nuevo enfrentamiento político: entre la Xunta y el entente formado por Fomento y el Ayuntamiento. Si el ministro Blanco acusó a los responsables de San Caetano de retrasar la tramitación del proyecto -Javier Losada se encargó de hacer de altavoz ministerial desde A Coruña-, desde la Xunta recordaron que dependía de AENA, a la que reclamó un estudio hidrológico. Fomento expropiará 248.456 metros cuadrados -casi 25 hectáreas- para prolongar la pista y adecuar el campo de vuelos. En total, 322 fincas. De acuerdo al proyecto inicial, la obra obligará a demoler 46 viviendas, además de empresas y un colegio de Infantil. AENA admitió que la ampliación supondrá un impacto social "severo" para los vecinos.

El Ayuntamiento coruñés aprovechó el nuevo anuncio ministerial para presumir de su labor. En María Pita se atribuyen parte del protagonismo y se consideran una pieza clave en el proyecto. A la portavoz municipal del PSOE, Carmen Marón, le faltó ayer tiempo para defender la actuación del alcalde, Javier Losada, y del ministro Blanco, porque su "trabajo y diálogo institucional" permitieron desbloquear la ampliación de la pista: "Es la mejor noticia para el futuro de la ciudad y una muestra más del compromiso del Gobierno central con los vecinos de A Coruña y su comarca".