"Ni me lo he planteado", declara el presidente del Deportivo acerca de la posibilidad de jubilarse cuando alcance los 65 años. Augusto César Lendoiro estima que dejar de trabajar supone un gran problema, "sobre todo cuando puedes hacer coincidir el trabajo profesional con la afición", ya que desde su niñez ha practicado el fútbol y se ha dedicado a la dirección de clubes deportivos.

Para Lendoiro, una de las cosas más importantes en el fútbol profesional es "el conocimiento del medio", por lo que los 50 años que ha cumplido como presidente de clubes, 23 de ellos en el Deportivo, son "una ventaja para el apoyo a los objetivos del club", como la reducción de la deuda económica, el mantenimiento del nivel del equipo y llevar a cabo el final de la reconversión económica del club.

La familia no le ha puesto pegas a este dirigente deportivo para que pudiese desarrollar su labor sin cortapisas, ya que su mujer le conoció cuando ya dedicaba muchas horas al deporte como aficionado. "Los sábados y domingos no existieron nunca, así como los festivos y las vacaciones", destaca Lendoiro, quien recuerda que los numerosos hijos y nietos que integran su familia contribuyen a hacer más fácil su habitual ausencia del hogar.

El día que finalmente se jubile, el presidente del Deportivo proyecta dedicar su tiempo libre a la que siempre ha sido una de sus grandes aficiones, la pesca, aunque admite: "No sé si estaré para andar por las rocas como hacía de joven". La escritura será otra de sus ocupaciones, ya que advierte de que tiene "muchas cosas por escribir" y que espera dedicar "unos buenos años" a esta actividad.

La prolongación de la vida laboral debe tener en cuenta el tipo de profesión de cada trabajador, según Lendoiro, quien recuerda la penosidad de muchas ocupaciones, aunque también destaca que muchas personas "el problema grave lo tendrían si tuvieran que jubilarse obligatoriamente". En su caso, nunca lo pensó "porque estar en activo es una forma de ser un poquito menos mayor".

-Alcanza los 65 años dentro de seis meses. ¿Piensa continuar trabajando?

-No, porque llevo 42 años de cotización laboral y creo que no tiene sentido continuar en esta actividad, sobre todo cuando me siento con ánimo para desarrollar otros proyectos vitales.

-Algunas personas no se retiran porque no encuentran ocupaciones que les llenen. No parece que sea su caso.

-Evidentemente, para mí la jubilación significa el cese en una determinada actividad para poder dedicarme a otras con mayor comodidad, como la colaboración con la Fundación Instituto de Estudios Políticos y Sociales, así como las que mantengo con la prensa escrita.

-¿Qué le parece el proyecto del Gobierno para que se retrase la edad de jubilación hasta los 67 años?

-Creo que puede ser razonable una cierta demora en un tiempo de crisis como en el que estamos viviendo, pero no es lo mismo aplicárselo a un funcionario de la administración pública que a una persona que trabaja en la construcción o en actividades portuarias, a quien a lo mejor habría que plantearse mandarla para su casa a los 60 años. Depende de la penosidad de cada trabajo, porque hay otras tareas que son de tipo intelectual en las que precisamente en torno a los 60 años las personas están en plenitud de facultades para aportar experiencia y conocimiento. Tampoco hay que perder de vista lo que pasa en otros países de nuestro entorno, porque en Francia están indignados porque les quieren aumentar la edad de jubilación de los 60 a los 62 años. Habrá que ver como salen las cuentas aquí.