Tras aparecer asesinado, los hijos y la viuda del marqués de Valladares fueron acusados del crimen. Era 1967. En la antigua cárcel de A Coruña murió la esposa, en el lugar que después se llamó celda de la condesa. En la misma prisión falleció después uno de los hijos, que se había declarado en huelga de hambre y se empeñó en no probar bocado como defensa de su inocencia. Es esta una de las causas más célebres atendidas en la larga historia de la justicia en A Coruña, que recorre una exposición organizada por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia desde que la institución era Real Audiencia de Galicia, creada por los Reyes Católicos a finales del siglo XV.

El Superior ha realizado una selección de piezas judiciales históricas, como las referidas a la alevosa muerte del marqués, cuya defensa es considerada hoy en día por los letrados como pieza forense digna de encomio. También está presente la causa contra Manuel Blanco Romasanta, célebre lobisome de Allariz, asesino múltiple del siglo XIX. Otra parte de la exhibición muestra cómo la heroína María Pita era una habitual de los juzgados, no sólo por causas económicas sino incluso por disputas violentas con vecinos, datos omitidos por los primeros biógrafos, que la convirtieron en mito romántico olvidándose de los episodios oscuros y pleiteantes de la aguerrida fémina en años posteriores al asedio inglés.

Cosechaba casi más odios que alabanzas. Testigos de un pleito llegan a decir que "se cabalga a todo el que la iba a ver". El hecho de ser analfabeta no le impidió desenvolverse con soltura ante la justicia. La heroína llegó a estar presa en la cárcel del corregidor de la ciudad por un soldado, morador de su casa, Francisco de Peralta. Ella se defendía y denunciaba que Peralta había saqueado su casa, robado enseres y "se empecinaba en seguir hospedado en su casa. El enfrentamiento duró más de una década.

En uno de sus episodios, según Peralta, "la brava dama coruñesa le organizó un asalto nocturno con gente armada que le sorprendió en la cama". Le roció, según los documentos de la Audiencia de Galicia, con "bacinadas de suciedad e ynmundicia retenidas de más de veinte días en çiertos bacines" y se marchó de casa dejándolo encerrado de tal guisa.

En los legajos de la exposición consta también que fue Mayor Fernández de Cámara y Pita (realmente María era su hermana), con cuatro maridos a sus espaldas, fue condenada al pago de 4.000 reales y a dos años de destierro de la ciudad.

La exposición se inaugura el 4 de octubre con motivo del 80º aniversario del edificio, firmado por el arquitecto Palacios, del tribunal en la plaza de Galicia. Incluye además dibujos y textos realizados por el periodista coruñés Antonio Benito Fandiño Martínez. Poco se sabe de su vida más allá de su paso reiterado por la cárcel, en donde se pierde su rastro en 1883, cuando hace testamento siendo reo. Su vida y obra reflejan la tensión entre absolutismo y liberalismo del primer tercio del siglo XIX. Fandiño fue varias veces a la cárcel por el delito de ir siempre contracorriente del poder establecido.

Inauguración

"Las piezas de esta exposición forman parte de nuestra historia y de la historia de Galicia y constituyen un magnífico retrato de la sociedad gallega, desde la época de los Reyes Católicos hasta la actualidad", señala el presidente del Tribunal Superior de Xustiza, Miguel Cadenas, que estará acompañado en la apertura de la muestra por el presidente del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Dívar. Para la clausura, el 19 de noviembre, se desplazará a A Coruña el fiscal general del Estado, Cándido Conde Pumpido.

El recorrido comienza con la creación de las Audiencias Reales por orden de los Reyes Católicos. La de Galicia fue la primera en ser creada en 1480. La Real Audiencia no tuvo una sede fija durante muchos años.

Se ubicó en Santiago, donde permanecería hasta su traslado a A Coruña en 1564. Fue por orden de Felipe II, para fomentar la población de la ciudad y su comercio en declive. Tampoco este traslado sería definitivo pues al declararse la peste en todo el reino de Galicia la institución se vio obligada a desplazarse a Ourense y recorrer diferentes villas y ciudades hasta regresar a A Coruña en 1578. Se convirtió en Audiencia Territorial en 1834 hasta la creación, en 1989, del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia.