"Uno tiene resignación cristiana, pero yo ya puse una mejilla y no voy a ponerle la otra", afirma el alcalde, Javier Losada. El tono de su voz empieza a ser de resignación, porque ha tratado de ofrecer una imagen de respeto y cordialidad con Francisco Vázquez, una apariencia que queda en entredicho cada vez que el embajador regresa a la ciudad y deja claro que no está de acuerdo con su delfín, con el hombre al que entregó el bastón de mando de María Pita cuando hizo las maletas rumbo al Vaticano.

Es la primera vez que Losada responde en público a Vázquez y le dice basta ya. La gota que colmó el vaso de su paciencia fueron las declaraciones del diplomático el pasado lunes. Primero, Vázquez afirmó que el "mejor alcalde" que existe en la actualidad en Galicia es el de Lugo, José López Orozco, por su valentía. Después, dijo sin titubeos que su relación con Javier Losada y con la portavoz municipal de los socialistas, Carmen Marón, era nula: "Tengo relación institucional con el alcalde. Pero, a nivel personal, ni con Losada ni con Marón, porque entiendo que no se han portado como correspondería, pensé que eran mis amigos", zanjó el embajador.

El alcalde respondió ayer a su antecesor en el cargo, aunque no con la rotundidad de Vázquez. Losada ironizó con que, en este caso, la relación personal e institucional van de la mano: "No dejo nunca de ser alcalde durante las 24 horas del día". Sin embargo, en el enésimo reproche de Vázquez, el regidor actual ha saltado: "Uno tiene resignación cristiana, pero yo ya puse una mejilla y no voy a ponerle la otra".

Losada no quiso explicar a qué se debe o a qué atribuye él que su compañero de partido diga ahora que su relación personal está rota: "En su momento ya daré mis explicaciones", sintetizó. El alcalde también dejó claro que su forma de actuar no se parece a la de su antecesor, porque afirmó que "nunca" piensa hablar "mal" de Francisco Vázquez. Sin embargo, Losada tampoco ha realizado en público declaraciones de apoyo a su antecesor, que desde hace muchos meses aspira a convertirse en el nuevo Defensor del Pueblo, un puesto para el que necesitará el apoyo de PSOE, reticente a su nombramiento, y PP -según la distribución actual de escaños- en el Congreso y en el Senado.

Durante este verano, Vázquez lanzó más de una pulla a su delfín e incluso le negó el saludo. Entre las frases más célebres, el embajador presumió de que era un "urogallo", una especie en peligro de extinción. Sin embargo, Javier Losada es más de la "perdiz", porque es un ave "muy difícil de cazar".