Más de 17.000 de los 50.000 volúmenes que el ex ministro de Cultura César Antonio Molina y su esposa, la crítica literaria Mercedes Monmany, han donado a la Diputación, están ya acomodados en las dependencias de la Biblioteca Provincial de la calle Riego de Agua.

Para dar cobijo al voluminoso archivo literario del ex ministro coruñés y su mujer, la institución provincial ha habilitado la sala bibliográfica y documental del legado de César Antonio Molina y Mercedes Monmany, cuyos fondos serán móviles y se irán renovando temporalmente.

Estas dependencias fueron inauguradas ayer en un concurrido acto al que acudió una nutrida representación del mundo cultural de la ciudad, y en el que participaron el matrimonio donante y el presidente de la Diputación, Salvador Fernández Moreda. El dirigente provincial agradeció repetidas veces a Molina y Monmany su decisión de donar sus voluminosos archivos a su institución: "Quiero destacar la generosidad de esta donación, porque este archivo es muy valioso. Vale mucho dinero, y esta donación es totalmente gratuita".

"Esta biblioteca se convierte ahora en una gran biblioteca —continuó Moreda—, quizá la más completa de la provincia en cuanto a literatura. Lo que se dona son libros dedicados por grandes literatos, novelas, libros de poesía y teatro, y muchas primeras ediciones y libros de arte".

César Antonio Molina agradeció a Moreda sus palabras y atribuyó a la amistad que le une con el presidente de la Diputación buena parte de la responsabilidad de que esta donación se haya formalizado. El escritor y ex ministro destacó que todos y cada uno de los requisitos que puso para ceder su colección fueron atendidos por el Gobierno provincial: "Tenía que ser en la biblioteca de la Diputación, porque no queríamos a ninguna fundación. Y también queríamos que estuviera dentro de la biblioteca, pero que no supusiera ningún gasto, y que, como legado, estuviera separado de los fondos comunes".

"Para Mercedes y para mí, nuestra biblioteca es como un hijo —bromeó el escritor—, y quería que se mantuviera en mi ciudad. Hubo otras posibilidades, pero así lo habíamos pensado, y al final salió todo muy bien".

César Antonio Molina remarcó varias veces su compromiso con la ciudad, tanto en su labor política como cultural: "Los coruñeses son mi familia, y todo lo que he hecho ha sido por esta ciudad. Incluso cuando desempeñaba algún cargo de responsabilidad, siempre pensaba en como no decepcionar a mis conciudadanos".

Respecto a los miles de volúmenes que acogerá la sala móvil que lleva el nombre de Molina y Mercedes Montmany, el ex ministro destacó que todos los libros y documentos que albergará el recinto han sido seleccionados y manipulados personalmente por el matrimonio de intelectuales.

"Aún seguimos mandando cajas de libros —aseguró el escritor—, y todos han sido tocados y guardados por nosotros. Ningún libro ha salido de nuestra casa por manos ajenas, y no se trata de una acumulación de libros, sino de una selección. Siempre hemos pensado que éste era nuestro fin".

Y el cariño que tanto Molina como Monmany demuestran por sus archivos parece más que justificado por las piezas que éstos contienen; el ex ministro afirmó que en el legado que ceden a la provincia —en el que se incluyen las condecoraciones que el escritor y político ha recibido de los gobiernos de Francia, Italia y Chile, y algunos manuscritos de sus poemarios— hay joyas como libros dedicados por Milan Kundera, Federico García Lorca, Antonio Gamoneda, Ernesto Sábato y una primera edición en italiano de Italo Calvino dedicada al propio Molina por el autor de Las ciudades invisibles.

"Esta es una biblioteca a la que hemos dedicado un gran esfuerzo y atención —concluyó César Antonio Molina—. Hay un fondo enorme de literatura, de filosofía, de arte de ensayo, de historia de las religiones, que es un tema que me interesa muchísimo, de cine, de antropología, de catálogos de exposiciones de arte...".