"Es un modo distinto de ver la ciudad que nosotros compartimos", manifiesta la concejal de Movilidad, Yoya Neira, acerca de la propuesta que la Agencia de Ecología Urbana plantea para la creación de supermanzanas en la ciudad como una fórmula de mejorar el tráfico y el transporte público en el municipio. La fórmula consiste en la canalización de la circulación por las calles principales de cada barrio y la prohibición de transitar por las interiores salvo para los residentes, los taxis y los vehículos de carga y descarga.

La ordenación establece una división de la ciudad en manzanas de unos 400 metros de longitud y tiene por finalidad dar prioridad a los viandantes y al transporte público. Neira señala que el estudio encargado por el Ayuntamiento para confeccionar un plan de movilidad todavía está en una fase inicial, por lo que todavía no se ha abordado el diseño de las supermanzanas en las que se proyecta estructurar el casco urbano y recuerda los buenos resultados que ha dado esta iniciativa en el barrio barcelonés de Gracia y en Vitoria, lugares donde la Agencia de Ecología Urbana ya ha aplicado esta propuesta.

"Permite recuperar espacios públicos y volver a darle la calle a los ciudadanos y a los peatones, tenerla como un punto de encuentro y no sólo para el tránsito de vehículos", comenta la concejal sobre este modelo de movilidad que, a su juicio, está en consonancia con el planteamiento que inspira el proyecto del nuevo plan general de urbanismo, así como con las reformas efectuadas recientemente en las calles Pablo Picasso y Orillamar.

Neira admite que ambas actuaciones no siguen propiamente el modelo de las supermanzanas, pero explica que sí cuentan con algunos de sus elementos característicos, como aceras anchas y una regulación del tráfico "blanda", ya que se limita su velocidad y se da prioridad a los autobuses urbanos. La responsable municipal de Movilidad pone de relieve además que será necesario esperar a la conclusión del estudio para saber "dónde se puede aplicar este modelo y en qué tiempos".

El trabajo que elabora el equipo de profesionales dirigido por Salvador Rueda aportará "una radiografía de la ciudad, con sus puntos fuertes y débiles", según Neira, así como una propuesta "para saber cómo y en qué puntos se puede actuar en la ciudad para conseguir un cambio radical". Los medios para alcanzar ese objetivo serán la creación de más espacios para el paseo, la instalación de carriles bici, así como el diseño de líneas de autobús más cortas que las actuales, para lo que se favorecerá el transbordo entre ellas.

Uno de los pilares del plan de movilidad será la participación, para lo que el Ayuntamiento se fija en la experiencia realizada en Vitoria, donde su consistorio recibió el premio Civitas por la fórmula empleada para debatir su proyecto de reordenación viaria. "Ninguna gran actuación que implique un cambio radical de una ciudad se puede hacer sin participación", destaca Neira, para quien tendrán voz en este proceso "todas las personas que tienen algo que decir", en las que incluye a los movimientos vecinales y a todo tipo de agentes sociales que puedan aportar ideas.

"Participación no significa contentar a todo el mundo", aclara no obstante la edil, sino que todos los ciudadanos y los colectivos tendrán derecho a opinar desde el primer momento sobre esta iniciativa y a "intentar convencerse mutuamente en función de lo que creemos que es mejor".

También hace especial incidencia la responsable municipal en los plazos de aplicación del plan de movilidad, ya que esta clase de proyectos requieren de muchos estudios y deben ser muy minuciosos, mientras que su puesta en marcha también tiene que llevarse a cabo a lo largo de un periodo de tiempo dilatado.

Son estas características las que incitan a Neira a criticar al portavoz municipal del Partido Popular por el plan de movilidad con que dice contar. "Siempre pregunto que quién se lo hizo, porque es mucho más que remodelar las líneas de los autobuses", explica la concejal.

La nueva regulación que implicaría la creación de las supermanzanas favorecería en principio a los vehículos de los servicios públicos, entre los que se encuentran los taxis. Manuel Sánchez Quindimil, presidente de la asociación profesional más representativa en la ciudad, Teletaxi, estima que el nuevo modelo "habría que regularlo de forma que podamos dar un buen servicio y que podamos convivir todos", por lo que estima que los integrantes de este colectivo podrán realizar aportaciones al plan de movilidad.

Quindimil expresa su deseo de que no se limite aún más el paso de los taxis en las calles de la ciudad, ya que ahora no pueden hacerlo en las peatonales ni siquiera en horario de carga y descarga para recoger o dejar viajeros, lo que sí se autoriza en otras ciudades. Por esta razón, teme que si se corta el tráfico en las transversales a las principales de cada barrio, se impida dar servicio a algunas personas y reducir la maniobrabilidad de los taxis.