Con la única compañía de una cruz, los fieles acompañaron la procesión del Amor, el Perdón y la Misericordia, que recorrió ayer las calles de la ciudad por primera vez. En riguroso silencio, sin música y con la luz de los cirios, los devotos acompañaron a los nazarenos que portaban la cruz meditando y tratando de purgar sus pecados.

Los organizadores de las procesiones ya habían destacado su carácter silencioso, algo que pudieron comprobar ayer los vecinos que residen en las calles por las que transitó, que no escucharon el bullicio que se forma cuando otros pasos salen a recorrer la ciudad. También mencionaron los responsables de elaborar el calendario procesional la participación, pues consideraron un éxito que, en un lunes, acompañaran la cruz más de 60 vecinos.

"Fue muy silenciosa, muy respetuosa y muy penitencial. La participación fue muy buena para ser un lunes", explicó tras la procesión Salvador Peña, ministro presidente de la Venerable Orden Tercera.

Los fieles temían que la procesión no pudiera salir a la calle por la lluvia, pero, por suerte para los que acompañaron al paso, el agua no hizo acto de presencia hasta las diez de la noche, hora en la que la procesión, que había salido del templo alrededor de las 21.00 horas, ya había terminado. "Cayó el chaparrón justo cuando entramos en el templo", dijo Peña.

El ministro presidente de la Orden Tercera, optimista tras comprobar el seguimiento que tuvo la procesión de ayer, espera que en las procesiones más seguidas, que empezarán el Jueves Santo, se mejoren las cifras de participación del pasado año, de forma que la Semana Santa coruñesa siga creciendo.

Salvador Peña, sin embargo, había comentado antes de que comenzaran las procesiones que cada vez son más necesarios voluntarios que se encarguen no solo de portar los pasos, sino también de colaborar en la organización de las procesiones que recorren las calles durante estas fechas.

Procesiones de hoy

Los pasos de la Piedad y el Cristo de la Agonía salen hoy a las calles en una procesión que comenzará a las 21.00 horas en el templo de la Venerable Orden Tercera. La Piedad es una talla de origen alemán del siglo XIX que fue pintada por el artista sevillano Guillermo Martínez Salazar, mientras que el llamado Cristo de la Agonía es una obra del siglo XVIII y del gallego Antón Ferreiro que está considerada como una de las más valiosas de cuantas alberga la Orden Tercera.

Mañana se celebrará la procesión del Santísimo Cristo del Buen Consuelo y el Jueves Santo la de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Nuestra Señora de la Amargura. Ya el viernes, el día más intenso, recorrerán las calles un total de cuatro procesiones: el Vía Crucis Penitencial, la del Santo Encuentro, la del Santo Entierro y la de Nuestra Señora de las Angustias.

La de Nuestra Señora de la Soledad, conocida como la de Os Caladiños, que saldrá el sábado; y la de Jesús Resucitado, que lo hará el domingo, cerrarán el calendario.