El Ayuntamiento solo ejecutó a lo largo del año pasado el 56,89% de lo que había presupuestado para inversiones, lo que supone que a 1 de enero de este ejercicio 42,2 millones de euros se quedaron sin gastar en proyectos municipales. La cifra supone un ligero repunte, de casi dos puntos, con respecto al grado de ejecución de este capítulo de las cuentas municipales en 2009, que se quedó en un 55% y un avance significativo si se compara con lo gastado hace dos años, que sólo alcanzó el 40% de lo diseñado por el Gobierno local. El remanente de crédito, es decir, la cantidad presupuestada que no se llega a gastar ha descendido desde el 60% que suponía en 2008 hasta el 43% de 2010.

Dentro de la liquidación del presupuesto de 2010, que el Gobierno local llevó ayer al pleno municipal para su toma de conocimiento, también se plasma que la ejecución del presupuesto, en su conjunto, llegó al 79,11%, por lo que fueron 66,65 millones los que no se gastaron el año pasado. El documento al que ha tenido acceso LA OPINIÓN muestra que las cuentas municipales sufrieron un incremento durante el año, a través de los modificativos de crédito que aprueba periódicamente el Gobierno local, del 50%, por lo que los 210 millones que se anunciaron para todo el año se convirtieron en 319. Lo mismo sucedió con el capítulo de inversiones, en el que la previsión inicial de 22,52 millones se infló hasta 97,9 millones, un crecimiento del 334%.

En el capítulo de transferencias de capital, que incluye las partidas económicas que recibe el Concello de otras administraciones para inversiones y obras, la liquidación del presupuesto recoge la ejecución de solo el 30,38% de lo proyectado. El Gobierno local solo gastó cuatro millones de euros de los 13,2 destinados para conceptos como subvenciones a rehabilitación de viviendas o programas de erradicación del chabolismo. Durante 2010 la cantidad de 4,9 millones con la que se contaba en enero se incrementó hasta 13,2 millones.

Pese a que la toma de conocimiento del pleno de la liquidación no incluye debate en el pleno, y por tanto, no se conocen las posiciones de los grupos municipales al respecto, el Gobierno local destacó en un comunicado que los resultados demuestran "la gestión eficaz y responsable" que realiza y que el presupuesto del último año fue "equilibrado, riguroso y austero".

El Ejecutivo insiste en que el resultado de las cuentas fue positivo, con 18 millones millones de superávit, aunque el interventor municipal en su informe dentro de la liquidación afirma que existe déficit en el presupuesto del ejercicio pasado y lo cifra en 5,6 millones. Además, el funcionario advierte de que el saldo negativo podría obligar al Concello a elaborar un plan económico, al incumplir las normas de estabilidad presupuestaria, y podría condicionar, añade, la concesión de un crédito para financiar obras municipales que el Ayuntamiento firma de manera anual.

La concejala de Urbanismo, Obdulia Taboadela, culpó ayer en el pleno al PP, tanto en el grupo municipal como en el Gobierno gallego, de demorar la aprobación del PGOM. En el primero de los casos por la "campaña de insidia" sobre la figura del fuera de ordenación que provocó, dijo, la avalancha de alegaciones al documento que obligó a los funcionarios a dedicar más tiempo del previsto a su contestación. "Eran las 14 plagas sobre la ciudad que han quedado en nada", reprochó. En el caso de la Xunta, las Directrices de Ordenación del Territorio y al Plan do Litoral motivaron la modificación de algunas partes del plan. El concejal del PP, Miguel Lorenzo, en cambio, consideró que el retraso en la aprobación del PGOM es solo fruto de su "falta de capacidad de gestión" y también criticó que no se solucionaran casos como el del edificio Fenosa.

Al ser el último pleno para Taboadela -que no se vuelve a presentar a los comicios-, Lorenzo reconoció que había sido "un placer" discutir con ella, a lo que ella contestó de igual modo.