El proyecto urbanístico de San Pedro de Visma corre el peligro de albergar un nuevo caso similar al del aparcamiento de O Parrote ante la inclusión en esta actuación del conocido como manantial de los Romanos o de los Frailes, el punto de partida de la canalización de agua a la ciudad construida en el siglo XVIII, sobre el que está previsto la construcción de un edificio de ocho alturas. La Comisión Provincial de Patrimonio debe estudiar ahora la forma de conservación de esta fuente, ya que figura como un bien catalogado, para determinar si debe permanecer en el lugar o puede ser trasladada a otro emplazamiento para hacer posible el levantamiento del inmueble.

Este vestigio histórico consiste en una bóveda de 12 metros de longitud, cuatro de anchura y más de tres de altura y su existencia junto al antiguo camino de A Gramela no se tuvo en cuenta a la hora de planificar el polígono de San Pedro de Visma, en el que está programada la edificación de 4.000 viviendas.

El Ayuntamiento concedió la autorización al proyecto, desarrollado por una junta de compensación, sin advertir que en estos terrenos se encontraba el manantial, pero cuando comenzaron los trabajos preparatorios de la urbanización del polígono, Patrimonio dio la voz de alarma al comprobar que la instalación carecía de la necesaria protección, por lo que ordenó que fuese examinada.

Durante las últimas semanas un equipo de especialistas ha trabajado en la arqueta levantada en torno al manantial, que se encontraba casi cubierta por la maleza crecida a su alrededor. Tras la intervención efectuada por los arqueólogos, ahora es necesario que la Comisión Provincial de Patrimonio decida cuál es la medida más adecuada para garantizar la protección de esta construcción, que ahora permanece vallada aunque sin vigilancia.

Si se optase por el traslado de la arqueta, también habría que desviar el curso del manantial que parte de allí, así como de otros que confluyen en el lugar y que fueron canalizados hasta ese punto en el siglo XVIII, por lo que en la zona también existen conducciones subterráneas que probablemente deberían ser conservadas. Las dimensiones de la bóveda hacen prever que la operación tendrá un alto coste, que debería ser asumido por las empresas inmobilarias que integran la junta de compensación del polígono de Visma.

Otra de las opciones posibles es el mantenimiento de la construcción en su emplazamiento original, aunque esta solución impediría que allí se erigiese el inmueble residencial proyectado, lo que dañaría de forma grave los intereses de la empresa perjudicada por esta decisión.

Pese a que esta infraestructura fue construida hace ahora casi 300 años, el agua sigue brotando en la arqueta de forma constante, mientras que la bóveda se encuentra en un buen estado de conservación. La lejanía de esta fuente de las zonas urbanizadas hasta fechas recientes y su caída en el olvido parecen haber favorecido su preservación, aunque el recién construido centro social Ágora se encuentra ahora a escasos metros de distancia y en el entorno está previsto el inicio de una amplia urbanización.

La protección del manantial supone un nuevo traspié para el proyecto urbanístico de San Pedro de Visma, cuya tramitación se inició en 1998, fecha desde la que ha sufrido numerosas vicisitudes. Esta actuación es la de mayor tamaño entre las que han sido desarrolladas de acuerdo con las normas del vigente Plan General de Ordenación Municipal, ya que tiene una superficie de casi 500.000 metros cuadrados, de los que el 77% han pasado a formar parte del patrimonio municipal.

La Junta de Gobierno Local aprobó el pasado 25 de marzo el proyecto para la urbanización de esta zona, momento en el que la concejal de Urbanismo, Obdulia Taboadela, manifestó su satisfacción por la conclusión de "un largo proceso que permitirá dar salida a la construcción de viviendas y de equipamientos públicos". Los cálculos efectuados por el Ayuntamiento sobre esta iniciativa sitúan en 2.900 las viviendas de precio libre que se construirán en la zona, a las que se sumarán otras 1.100 de protección oficial.

Para hacer posible la construcción de estos pisos, previamente será necesario acometer la urbanización del polígono, un proyecto presupuestado en casi 23 millones de euros y que incluye demoliciones y movimientos de tierras, abastecimiento de aguas y riego, canalizaciones eléctricas y de gas, alumbrado público, red de telecomunicaciones, pavimentación, señalización, jardinería y mobiliario urbano.

Esta actuación incluirá una reserva de terrenos para la construcción de la nueva residencia de la Institución Benéfico Social Padre Rubinos, que inicialmente iba a estar situada en las proximidades de la tercera ronda y del colegio público San Pedro de Visma y que ahora pasará a estar contigua a la carretera de los Fuertes, en uno de los extremos del polígono.

Esta área acogerá además un gran parque urbano de más de 100.000 metros cuadrados de extensión, así como terrenos destinados a equipamientos, entre los que figurará un centro de salud, para cuya construcción la Consellería de Sanidade ha solicitado ya una parcela al Ayuntamiento.