Los robos registrados a diario en los puntos limpios de la ciudad no pasan inadvertidos para los trabajadores de Albada, que, convencidos de que "es evidente que el servicio de vigilancia privada no es efectivo", demandan a empresa y Ayuntamiento "mayor vigilancia policial" en las inmediaciones de recintos de recogida de residuos como los emplazados en la ronda de Outeiro y en Eirís.

El presidente del comité de empresa de la concesionaria encargada de gestionar la aportación voluntaria de residuos sólidos, Xosé Manuel Vilariño, considera que Albada "debería suprimir el gasto del servicio de vigilancia privada" de los puntos limpios porque, subraya, "si se paga es para que sea efectivo, y con robos diarios está claro que no lo es".

La concesionaria reconoció hace dos días que las sustracciones tanto de electrodomésticos como de papel y cartón en los puntos limpios "son habituales", y achacó "la facilidad" de los asaltantes para acceder a los recintos de contenedores a que "tienen controladas las rondas que hacen los vigilantes entre Eirís y ronda de Outeiro y aprovechan para entrar cuando se marchan de un lugar al otro". Por este motivo, el comité de empresa desconfía del servicio e incluso piensa que "los trabajadores corren peligro durante sus turnos laborales".

"No es la primera vez que un empleado sufre amenazas de agresión de grupos que quieren acceder a los puntos limpios aún cuando las instalaciones están abiertas", lamenta Vilariño. Además, apunta, "es normal que haya miedo porque solo hay un trabajador por turno", el cual debe explicar a todo usuario que "no está permitido el acceso para robar residuos, sólo para dejarlos".

Los trabajadores de la concesionaria, que achacan la oleada de robos "a la crisis" -"aunque no compartimos que la gente robe", puntualiza Vilariño- y, por tanto, piensan que durarán "al igual que dura la crisis", ven "imprescindible" que "el Cuerpo Nacional de Policía patrulle las inmediaciones de los puntos limpios incluso durante las horas en las que los recintos están abierto". De este modo, aseguran, "los empleados estarían más tranquilos y se podrían evitar bastantes robos".

Los trabajadores de la planta de tratamiento de residuos de Nostián tienen previsto comenzar esta noche, a partir de las 21.00 horas, una huelga indefinida que, dicen, ha sido convocada tras el supuesto incumplimiento del preacuerdo al que llegaron con la empresa concesionaria del servicio, Albada, a finales de abril, el cual evitó in extremis un parón similar. "Pese a reunirnos ayer (por hace dos días) con la dirección de la empresa, la tesitura de la situación es la misma que durante los últimos dos meses, no quieren negociar los puntos conflictivos y a nosotros no nos queda más remedio, muy a nuestro pesar, que llevar la huelga adelante", explicó ayer el presidente del comité de empresa de Albada, Xosé Manuel Vilariño.

"Pedimos que se cumpla el preacuerdo que firmamos el 24 de abril y que la empresa readmita a un compañero que fue despedido de manera injusta -que estos días reside en una tienda de campaña a las puertas de la planta-", apostilló el representante sindical poco después del último encuentro que mantuvo con la dirección de la concesionaria. Dicho preacuerdo establecía, recordó, sábados libres al mes "por contrato" y el cumplimiento de los horarios de trabajo y de los turnos.