Por la mañana se desconvocó la reunión con el mediador, la empresa dice que porque entendió que no había voluntad de llegar a un acuerdo y, los trabajadores de Albada, porque la concesionaria del tratamiento de basuras se negó a comparecer tras el accidente del jueves por la tarde a la entrada de la planta de reciclaje. A las seis de la tarde, sin embargo, mediador, concesionaria y trabajadores acordaron sentarse para intentar desenquistar el enfrentamiento en el que ambos bandos llevan sumidos desde el pasado domingo.

Al cierre de esta edición, la sesión de mediación seguía adelante. Los trabajadores explicaron que habían convocado la huelga porque entendían que la empresa no había cumplido algunos de los puntos del preacuerdo que habían firmado en el mes de abril. Entre esos puntos se encuentra el derecho de los empleados a librar tres sábados y trabajar dos cada mes. La empresa entiende que la readmisión de uno de los exempleados de la planta, que fue expulsado por una supuesta agresión a un guardia de seguridad, ha quedado aparcada y que no se impone ya como condición para poner punto final a una huelga que dura ya seis días.

El alcalde de A Coruña, Carlos Negreira, se quejó ayer de los "comportamientos violentos" y "antisociales" que estaban rodeando a este paro y aseguró que "encapuchados, violencia y ruedas rajadas" no se correspondían "con una huelga del siglo XXI". Durante la jornada de ayer se produjeron, como las anteriores, pinchazos en las ruedas de los camiones de la recogida de basuras.