La Xunta todavía no puede garantizar que será viable desde el punto de vista económico la construcción de la red de metro ligero en la comarca coruñesa, según manifestó ayer el director xeral de Mobilidade, Miguel Rodríguez Bugarín, quien negó que la Xunta haya paralizado este proyecto. Bugarín, que participó en una reunión con representantes de los ayuntamientos sobre el transporte público en el área metropolitana, explicó que los estudios realizados anteriormente sobre el metro ligero no garantizaban cómo afrontar el gasto necesario para su puesta en marcha.

"Hay que decidir con datos y no con opiniones o estudios que no son todo lo precisos", declaró el responsable de transportes del Gobierno autonómico en relación con las críticas de los socialistas a la actuación de la Xunta sobre el metro ligero. "Con lo hecho hasta ahora", Bugarín no se responsabilizó de que se pueda asumir este proyecto desde el punto de vista económico, por lo que advirtió de que lo prioritario en este momento es "ver cuánto va a costar y si podemos pagarlo", aspectos que los informes efectuados hasta la fecha no aclaraban, según su opinión.

Para el director xeral, la empresa que lleva a cabo en la actualidad el estudio de viabilidad del metro ligero incluirá un informe "con rigor" acerca de su financiación, aspecto que echó en falta en los documentos elaborados por el anterior Gobierno gallego. Bugarín expresó su deseo de que en el próximo otoño puedan conocerse los primeros resultados de este estudio.

El titular de Mobilidade admitió recientemente la posibilidad de que empresas privadas participen en la financiación de la red del metro ligero, ya que incluso algunas de ellas han realizado propuestas en este sentido a la Xunta. Pero Bugarín puso de relieve que antes de tomar esa decisión hay que tener "las cosas claras y valorar cuál es la mejor opción", puesto que la colaboración público-privada "supone otro tipo de costes". El momento en que se disponga de un anteproyecto de la red será el adecuado para decantarse por la vía de financiación, según detalló, ya que en ese momento se diseñará una línea básica cuya rentabilidad se dé como segura y a partir de la cual se estudiará cómo puede ser costeada su construcción.

Bugarín avanzó que el informe encargado por la Xunta analizará la posibilidad de que el metro ligero utilice las vías del paseo marítimo por las que circula ahora el tranvía turístico coruñés. De acuerdo con sus explicaciones, los autores del informe evalúan las opciones de emplear de forma total o parcial la red del tranvía con el fin de incorporarla a la que se extenderá por el municipio y el área metropolitana. "Habrá que esperar "a que se realicen todos los análisisis", comentó sobre este aspecto.

Las declaraciones de Bugarín se producen pocos días después de que el Ayuntamiento haya decidido paralizar el servicio del tranvía turístico debido al peligro apreciado por los técnicos en las vías. El Gobierno local asegura que los informes revelan la existencia de un riesgo notable para los viajeros y el personal de la Compañía de Tranvías, por lo que ha decidido suspender su funcionamiento hasta que se reparen los raíles.

El Ejecutivo municipal anunció además que evaluará si es posible mantener este servicio desde el punto de vista económico, ya que desde su puesta en marcha en 1997 ha arrojado un elevado déficit del que deben hacerse cargo las arcas municipales.

La red de metro ligero que había diseñado la anterior Xunta incluía el trazado del tranvía, con el fin de aprovechar la infraestructura existente. Con la llegada del Partido Popular al Gobierno autonómico, este estudio fue desechado por no incluir su implantación en el área metropolitana y se encargó uno nuevo que aún está en fase de elaboración.

El plan de movilidad redactado por la Agencia de Ecología Urbana de Barcelona a petición del Gobierno local anterior prevé también la construcción de una red de metro ligero en la comarca, aunque advierte de que el número de usuarios previsto será bajo en relación con el coste que implicará la instalación de su infraestructura.

Ese informe sugiere la puesta en marcha de tres líneas, dos de las cuales utilizarían todo el trazado actual del tranvía turístico y una tercera solo un pequeño tramo. La propuesta establece que los tres recorridos tengan doble sentido, lo que obligaría a tender más raíles o a establecer pasos alternativos.