Luz Casal volvió ayer a su hogar. Así lo confesó en cuanto puso un pie en el escenario. Eran las diez de la noche en la plaza de María Pita y la cantante gallega mostraba su satisfacción por participar en las fiestas de A Coruña: "Muchas gracias por traernos a casa y por acompañarnos esta noche". Ocho mil personas —dos mil sentadas—, según Protección Civil, hicieron el recibimiento a la intérprete a base de aplausos, palmas y coreando sus canciones más conocidas.

Con elegante vestido blanco y chaqueta negra de inspiración gallega y un tocado rojo sobre el pelo corto, el concierto comenzó con sus canciones más recientes, algunas de ellas versiones de clásicos boleros, como Historia de un amor, que hicieron cantar y bailar más juntos de lo habitual al público más adulto. A los pocos minutos del inicio del recital, Luz Casal comenzaba a ofrecer a sus seguidores sus temas más famosos. Al empezar a entonar Entre mis recuerdos, con la frase "Cuando la pena cae sobre mí...", los aplausos ya sonaban en María Pita.

El público estaba entregado, pero aún quedaban muchos más guiños de la cantante. El más celebrado fue la dedicatoria a todas las mujeres presentes de la canción No me importa nada, aunque también obtuvo una respuesta unánime la invitación a cantar con ella en el tema Un nuevo día brillará. Toda la plaza, incluida la concejala de Cultura, Ana Fernández, coreó el estribillo: "Quiero ver el rojo del amanecer, un nuevo día brillará, se llevará la soledad", mientras la cantante pedía calma a la hora de entornarla. "No tengáis prisa", decía sonriente, orientando el micrófono hacia los asistentes.

La voz desgarradora de Luz Casal asombraba a los coruñeses y muchos también comentaban, satisfechos, que todas sus intervenciones las hiciera en gallego. El punto y final a la primera parte del concierto, con el micrófono en la mano y paseando por el escenario lo ponía con la canción Besaré el suelo, que hacía poner los pelos de punta a más de uno con su declaración de intenciones: "Que el amor es un misterio. Y que importa solo a dos".

La cantante habló en

gallego, cantó

´Negra sombra´

y bailó la ´Muiñeira

de Chantada´

El rock llegaba a la plaza poco antes de las once de la noche con A cada paso que doy, con el sonido más potente de la guitarra y con Luz Casal con nuevo vestuario. La cantante sacaba los pantalones de cuero del armario y se enfundaba una chaqueta circense para animar al público coruñés con temas más animados. Los asistentes bailaban y rompían en aplausos cuando en la canción Estás plantado en mi cabeza cambiaba la letra y decía "desde Coruña hasta Madrid" en vez de "desde Santiago hasta París". Pero el rock quedaba atrás y, como homenaje a su vuelta al hogar, la banda entonaba la Muiñeira de Chantada y tanto Luz Casal sobre el escenario como las miles de personas que llenaban la plaza bailaban y agitaban las chaquetas a modo de celebración. En los bises, más detalles, con Negra Sombra. Una de las intérpretes más conocidas que ha dado Galicia volvía a casa.

Antes del concierto, el alcalde, Carlos Negreira, recibía a la cantante en el Palacio Municipal de María Pita. Le mostraba el salón de plenos y también le hizo un obsequio de parte de todos los coruñeses.

Luz Casal da inicio a una semana de las fiestas de la ciudad que estará muy centrada en la música y en la plaza de María Pita. Hoy será el turno de la música más tradicional con Luar na Lubre y mañana llegará Di Elas, el grupo del también actor Luis Tosar.