Los arquitectos Juan Creus y Covadonga Carrasco consideran que la prioridad de toda labor de rehabilitación es el cuidado, y conservación, de la esencia original de la obra. Así piensan y así actúan cuando trazan las líneas de cualquier proyecto. Artífices de la Fundación Luis Seoane, Creus y Carrasco conservaron los muros de piedra del cuartel que dio lugar al museo, al igual que hacen ahora con las celdas de la antigua cárcel del Partido Judicial de Lugo, para la que han proyectado un gran centro sociocultural que empezará a tomar forma antes de que finalice el año.

No será un museo ni una fundación de arte y Creus quiere dejarlo claro. "La antigua cárcel, de la que aprovecharemos su fragmentación por celdas e intentaremos que quede tal cual es limitándonos a ponerla decente, será un centro sociocultural. Será algo grande, que admita distintas actividades relacionadas tanto con la sociedad como con la cultura", explica el arquitecto que comparte estudio con Carrasco en la Ciudad Vieja.

En la primera fase del trabajo de reforma se abordará la parte central de la antigua prisión y, en un segundo momento, el módulo más nuevo del complejo -todavía sede de la Policía Local-, que albergará un auditorio, una biblioteca y hasta un restaurante.

El de la que fuera la penitenciaría de Lugo es un proyecto que a este arquitecto le gustaría -"algo parecido", matiza Creus- para la antigua prisión provincial de A Coruña. "Estaría bien algo abierto a la sociedad, flexible y fácil de usar", subraya desechando ideas barajadas hasta el momento como la del centro de interpretación o el albergue: "centro de interpretación de la Torre de Hércules ya hay uno, y ofertas para pasar la noche en la ciudad hay bastantes". Aunque reconoce que "habría que estudiarlo", Creus piensa que "lo esencial" sería "mantener la estructura como tal y reivindicar el valor arquitectónico del edificio" y destaca lo "bonito" de observar cómo puede moverse la gente por una antigua cárcel sin la vigilancia propia de toda prisión.