Proxecto Cárcere apoya que el espacio de la prisión se aproveche en tres campos: el social, el cultural y el de la memoria de los represaliados en el lugar. Una de las representantes de la plataforma, Rocío Fraga, destaca que el edificio no necesita una gran inversión en obras sino de mantenimiento para evitar su deterioro.

-¿Qué usos concretos cree que pueden dársele al espacio de la cárcel?

-Se habló de muchos proyectos, pero en nuestro caso, si nos conformamos como plataforma es porque ninguno nos vale. Había la opción del parador, del centro de interpretación de la Torre. Ésta última podría estar bien, pero no creo que se necesite todo el lugar, podrían combinarlo con otros usos. Antes de que el edificio sea gestionado por empresas privadas podría hacerse un uso ciudadano. Un centro sociocultural y de memoria.

-¿Quién debería financiar los usos sociales del espacio?

-La gestión debe ser lo más autónoma posible. Pero eso no quita que haya partidarios de que se reciban subvenciones de entidades, o de instituciones públicas. La mayoría de los miembros de Proxecto Cárcere creemos que las aportaciones deben ser lo menor posible, para que sean asequibles. Hay casos, por ejemplo en Alemania, de sitios parecidos que generan ingresos con un albergue para aquellos que vayan a las actividades.

-¿Los organismos públicos deberían financiar el mantenimiento del edificio?

-Se pensaba que la gestión de la cárcel la iba a asumir el Concello, aunque tal y como está la cosa no sabemos. No es necesario hacer grandes obras, porque el edificio no está tan mal como para caer, pero no pueden dejarlo caer. En el Plan General de Ordenación Municipal anterior, y en el próximo me imagino que también, se contempla que es un edificio protegido por estar en el ámbito de la Torre y por las características históricas que tiene.

-¿Cuál es el estado actual de la antigua cárcel provincial?

-En nuestra plataforma hay un grupo de trabajo que está haciendo un informe sobre cómo está el edificio, pero aún no está terminado. Pero avanzan que sí que hay una necesidad de controlar algunas zonas que pueden correr riesgos, sobre todo por el tema de las cubiertas, porque es un sitio muy húmedo y aquí llueve mucho. En este momento no es demasiado grave pero habría que solucionarlo para que no vaya a más. El resto del espacio necesita pequeños arreglos: barandillas que hay que asegurar, cosas bastante asequibles. Este dossier se le presentará al Gobierno municipal y en general a los ciudadanos.

-¿Por qué cree que se retrasa tanto el traspaso del edificio, propiedad de Instituciones Penitenciarias, al Concello?

-El cambio de Corporación afecta, pero el tema trataba principalmente de una permuta que conlleva un gasto económico para las arcas públicas. No creo que las cosas en el Concello estén como para hacer ahora esa inversión, sobre todo si después no tienen intención de hacer nada con él, como es el caso. Están dejando pasar el tema por una cuestión económica, pero también de interés sobre el edificio porque no tienen nada claro, o al menos eso parece.

-¿El actual Gobierno local apoyará alguna de las iniciativas presentadas para la cárcel?

-La semana pasada la plataforma se reunió con la concejala de Cultura, y su actitud dejó claro que tienen otras prioridades. Nosotros planteamos alternativas mucho más económicas, en las que el anterior gobierno tenía algo más de interés, pero estamos a la espera.