Navegar por internet siempre implica un riesgo, aunque, tal y como advierten los responsables de la Policía Nacional y de la Guardia Civil encargados de localizar y detener a los que delinquen en la Red, cumplir una serie de protocolos de seguridad puede reducir la peligrosidad a niveles mínimos. Un alto porcentaje de los éxitos de los ciberdelincuentes tienen su origen en la despreocupación de los usuarios, que muchas veces no son conscientes del rastro que dejan tras haber navegado por internet y de que siempre puede haber alguien al otro lado dispuesto a engañarlos. Las medidas son sencillas.

. Contraseñas seguras. Las fuerzas de seguridad recomiendan que los usuarios eviten contraseñas fáciles de adivinar, como el nombre y el apellido, la fecha de nacimiento o la ciudad de residencia. Recurrir a la mezcla de letras y números y de minúsculas y mayúsculas es una buena opción para blindar las cuentas y perfiles personales. Los agentes policiales y de la Guardia Civil también aconsejan que se empleen contraseñas distintas, de forma que las utilizadas para una red social, un correo electrónico o una cuenta bancaria no coincidan.

. Actualización periódica. Las contraseñas serán más seguras cuanto más frecuentemente se cambien. Modificarlas, aunque los cambios sean simples y fáciles de recordar, evita que alguien que haya podido descubrirlas siga teniendo la capacidad de acceder a los perfiles o portales de internet a los que dan acceso. Los agentes recomiendan que los programas informáticos instalados en el ordenador y los navegadores de internet se sometan a actualizaciones frecuentes.

. Copias de seguridad. Para prevenir las consecuencias de que alguien acceda a un ordenador y elimine archivos, es recomendable tener una copia de aquellos documentos cuya pérdida podría resultar perjudicial. Grabar los contenidos del disco duro en dispositivos de almacenamiento externos garantiza que éstos no se perderán aunque hayan quedado borrados del ordenador. Otra de las medidas preventivas es la de crear puntos de restauración que permiten dejar el ordenador tal y como estaba antes de la comisión del delito eliminando todo aquello que resulte perjudicial, como es el caso de los virus, y restaurando aquellos archivos que, resultando interesantes para el propietario del ordenador, hayan desaparecido o quedado dañados.

. Desconfiar de desconocidos. Los delitos en internet tienen muchas veces su punto de partida en una falsa oferta de trabajo o en un intento de venta de un producto que no existe y es por ello por lo que resulta fundamental que los usuarios de la web desconfíen de desconocidos que se ponen en contacto con ellos. El Grupo de Delitos Tecnológicos de la Policía Nacional recomienda que los internautas investiguen siempre la identidad de la persona a la que le van a comprar algo. En internet existen numerosos foros en los que víctimas de delitos informáticos advierten a otros usuarios, mencionando el nombre que utilizaban los que los engañaron, el texto del correo electrónico en el que hacían una oferta o el portal desde el que compraron el producto que jamás recibieron.

. Correos con trampa. Confiar en los desconocidos puede resultar peligroso al enfrentarse a correos que contienen virus y que, abiertos, pueden infectar todo el sistema. Los agentes recomiendan que, por sistema, se eliminen todos aquellos correos de dudosa procedencia. La mejor opción es eliminar estos mensajes sospechosos sin llegar a abrirlos. Es recomendable que, ante cualquier duda, se haga desaparecer el mensaje recibido cuya procedencia se desconoce por muy sugerente que resulte su título.

. Usar programas legales. Lo barato resulta muchas veces caro en lo referente a programas informáticos descargados desde internet. El Grupo de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil advierte de que tras los anuncios de gratuidad que aparecen en algunas páginas de internet se esconden virus capaces de destrozar un sistema operativo. Es por ello por lo que los agentes del Instituto Armado recomiendan utilizar siempre programas legales y homologados y recurrir únicamente a las páginas de descarga con licencia para ofertar contenidos.

. Inmunizar el ordenador. Para los casos en los que un ordenador quede infectado por un virus, existen programas capaces de hacerlos desaparecer y de limpiar el disco duro. Es recomendable que los usuarios dispongan de estos programas y los utilicen con frecuencia.

. No enviar dinero. Al pagar por una compra en internet es aconsejable optar por una transferencia bancaria en vez de hacer llegar el dinero al vendedor mediante un sistema de mensajería. El envío de dinero otorga al vendedor un alto grado de anonimato mientras que la transferencia deja un rastro que, de cometerse un delito, pueden seguir las fuerzas de seguridad.

. Fijarse en las direcciones. Los responsables del Grupo de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil recuerdan en su página web que las empresas "serias" no suelen utilizar correos de portales como Gmail, Hotmail o Yahoo, sino que suelen tener su dominio propio.

. Cuidado con los bancos. Jamás se debe acceder a la web de un banco desde un enlace presente en un portal ajeno a la entidad o en un correo electrónico. Es fundamental que las operaciones bancarias se realicen a través de protocolos seguros. Como ocurre con las redes sociales, es importante cerrar la sesión después de haber completado las operaciones en las cuentas.

. Llamada para confirmar. La mejor forma para garantizar que un correo supuestamente enviado desde un banco es lo que realmente aparenta es llamar a la empresa que supuestamente lo ha remitido y contrastar así su veracidad.

. Precaución al publicar. Los usuarios no deben compartir en las redes sociales o en páginas web fotografías o mensajes que deseen que permanezcan ocultos para determinadas personas. Aunque hay opciones para que solo ciertas personas accedan a esos contenidos, la mejor forma de mantenerlos ocultos es, sencillamente, no subirlos a la red.