Filtrar los contenidos de acceso a internet y situar el ordenador en un lugar común de la casa. Esos son dos de los principales consejos que ofrecen los especialistas a los padres para evitar que sus hijos utilicen internet de forma inadecuada. Los especialistas también subrayan que es "básico" que los adultos aprendan a manejar las nuevas tecnologías para compartirlas con los menores y controlarlos.

"Hay muchos padres que piensan que el ordenador es un televisor o un juguete y no es verdad. No se puede poner el equipo en la habitación de los niños y ya está; tiene que estar en un lugar común de la casa", destaca Jorge Castro, monitor de talleres relacionados con la relación entre padres, hijos y nuevas tecnologías. Con él coincide María José Cantarino, jefa de Responsabilidad Corporativa de Telefónica. "El ordenador debe estar en un lugar público y los padres deben vigilar las horas que sus hijos pasan frente al monitor", indica.

La especialista, no obstante, se muestra contraria a los adultos que engañan a los menores para controlarlos. "Crear una cuenta falsa en una red social y hacerte amigo de tu hijo para vigilarlo es como seguirlo y espiarlo por la calle. Se trata de generar confianza, marcar un horario y saber con quién va el menor. Es lo mismo en internet que en la calle", recalca.

El Instituto Nacional de Tecnología de la Comunicación apuesta por fomentar el diálogo sobre hábitos de comunicación y sus riesgos. "Es importante que los adolescentes sientan que cuando les suceda algo extraño puedan decírselo a sus padres. Además, así se les ayuda a tener un espíritu crítico sobre la información que aparece en la Red, ya que no todas las webs tienen la misma credibilidad", asegura, al tiempo que subraya que los filtros de control impedirán a los menores acceder a páginas de contenido inapropiado.

Educar a los hijos respecto a la privacidad es otro de los puntos en el que insisten los expertos. "Hay que explicarles que los datos personales son información sensible y que puede ser utilizada en su contra con ejemplos de la vida cotidiana, como que las llaves de casa no se le darían a un desconocido", señalan.