La Policía Nacional desalojó ayer a diez vecinos de un núcleo de tres casas de San Pedro de Visma pasadas las cuatro de la tarde, tan solo unos minutos después de que se declarase un incendio forestal en la zona. Los bomberos consiguieron controlar la situación en una hora -aunque estuvieron hasta las 19.36 horas en la zona- y pararon el avance de las llamas a unos escasos cuarenta metros del núcleo habitado.

Los bomberos desplazaron a la zona tres vehículos, utilizaron 30.000 litros de agua y contaron con el apoyo de Medio Rural, que envió una carroceta y un helicóptero que, en medio de la operación, se tuvo que ir para apagar otro incendio en Arteixo. Una vez apagadas las llamas, los bomberos permanecieron en la zona para evitar que el fuego se reavivase.

El incendio arrasó dos hectáreas de monte bajo y la Policía Local tuvo que cortar un tramo de la carretera que une la glorieta de Cuatro Vientos con la que lleva al monte de San Pedro, aunque el acceso al parque no se vio restringido en ningún momento. El incendio fue en San Pedro de Visma, pero toda la ciudad pudo notarlo, ya que las cenizas llegaron hasta Os Castros, Os Mallos y también al Agra do Orzán, además de a los barrios más cercanos a la zona afectada.

A pesar de que no hubo heridos en el incendio, los efectivos de Cruz Roja tuvieron que atender a cinco personas por inhalación de humo: dos hombres de 24 y 23 años, una anciana de 85 y a dos mujeres de 46 y 51 años. Ninguna de estas víctimas tuvo que ser trasladada al hospital. Rosa Rivas, de 56 años, lleva viviendo "toda la vida" en San Pedro de Visma; en su casa había diez personas tomando café cuando los agentes les dijeron que tenían que desalojarla. "Estamos todos bien, pero no tenemos luz", contaba ayer Rivas que decía estar "nerviosilla" y es que las llamas se quedaron a unos cien metros de su vivienda.