Llegaron las consecuencias. Levantar un edificio sin la licencia urbanística pertinente y, además, admitirlo públicamente, no podía suceder sin más. Reconocer que permitió la construcción del primer módulo del área científica sobre un terreno no edificable en el campus de Elviña ha salido caro al arquitecto y profesor universitario Xosé Lois Martínez, que ayer fue destituido como vicerrector de Infraestructuras y Gestión Ambiental tras casi ocho años en el cargo.

"Para la Universidade da Coruña, como no puede ser de otro modo, el sometimiento a la legalidad y la leal colaboración con el resto de las instituciones públicas son principios básicos e irrefutables en sus actuaciones". Así comienza el comunicado que el rector de la institución académica coruñesa, José María Barja, remitió ayer al profesorado, alumnado y personal de administración y servicios de la Universidad, para luego colgarlo en la web www.udc.es y hacerlo llegar a los medios de comunicación. Fue la forma escogida desde el Rectorado para hacer pública la destitución del vicerrector de Infraestructuras, "como consecuencia de obrar al margen de la norma y de hacer ostentación de tal comportamiento".

Al igual que explicó Martínez durante los últimos días, el rector reconoce que "es cierto" que la Universidad ha atravesado durante los últimos años "un buen número de obstáculos y dificultades" para su "normal crecimiento". Sin embargo, mientras el ahora exvicerrector justificaba la ejecución sin licencia urbanística de proyectos como el área científica o el centro de investigación Asista por la necesidad de crecimiento del campus, el rector se apoyó en "el acuerdo con el Consello de dirección" que preside y comunicó a su compañero de gobierno "su cese como vicerrector". Eso sí, Barja subraya que "es necesario valorar el esfuerzo realizado para intentar superar nuestras limitaciones históricas en materia de infraestructuras desde el vicerrectorado correspondiente".

Cuando faltan menos de dos meses para la cita electoral que llevará un nuevo gobierno al Rectorado, Martínez abandona (por obligación) A Maestranza y Barja anuncia que la Universidad hará "cuanto sea necesario" para "reparar la tramitación administrativa"; algo que, entre otras actuaciones, supone, detalla el rector, "ordenar la revisión de las obras que se están realizando y la paralización inmediata de aquellas que no cumplan la normativa".

Precisamente en la normativa, o en la modificación de la misma, se ha escudado el arquitecto y profesor universitario al justificar las últimas actuaciones urbanísticas en el campus de Elviña. El problema ha sido llevar adelante las obras, e incluso recepcionarlas, cuando el Plan General de Ordenación Municipal, en el que el Ayuntamiento aceptó incluir la modificación del plan parcial del campus que convertía en edificables parte de los aparcamientos universitarios, sigue en período de revisión y, por tanto, aún no ha entrado en vigor. Un hecho del que era conocedor Martínez, pues él mismo reconoció a este periódico que no había pedido la licencia urbanística correspondiente -para construir el primer módulo del área científica del parque tecnológico sobre parte del aparcamiento existente tras la facultad de Informática y la escuela de Ingeniería- porque el Gobierno municipal no la concedería.

Ni el expediente que el Ayuntamiento ha abierto a la Universidad ni su destitución como vicerrector de Infraestructuras han hecho cambiar de opinión a Martínez, que, aunque asegura que, "el respeto a la legalidad es sagrado", incide en que su función como vicerrector era la de "poner a disposición de la comunidad universitaria todas las instalaciones y medios necesarios para desarrollar de forma legal la actividad docente, investigadora y de estudio". En este sentido, el profesor denuncia la existencia de "doscientos alumnos en un aula de cien"; motivo por el cual él mismo impulsó la creación de nuevos aularios "en terrenos legalizables" -que no edificables-, ante la inexistencia de nuevas expropiaciones, por parte de la Consellería de Educación y del Ayuntamiento, para tal fin.

"Yo tengo que darle una solución a ese problema y, para eso, en el año 2005 propuse una alternativa (la modificación del plan parcial del campus incluida en el plan general), y ahora estamos en el año 2011", apostilla Martínez, convencido de que tanto el Ayuntamiento como el equipo de gobierno universitario conocían dicho documento, para destacar "la marginación que sufre la Universidad".

"Es bastante razonable lo que ha ocurrido, porque ha llamado a una ilegalidad", apostilló ayer el alcalde, Carlos Negreira, poco después de que el Rectorado coruñés comunicase la destitución del arquitecto Xosé Lois Martínez como vicerrector de Infraestructuras y Gestión Ambiental. "Todos somos iguales ante la ley y el fin no justifica los medios", subrayó el regidor, que la pasada semana ordenó la apertura de un expediente a la Universidade da Coruña después de que este periódico informase de la construcción de un edificio sin licencia en el campus de Elviña.

Negreira sostuvo la pasada semana que "el fin no justifica los medios" y ayer utilizó la misma frase para criticar el proceder del arquitecto y profesor universitario, el cual justificó la construcción ilegal basándose en la masificación de la facultad de Informática y la escuela de Ingeniería y en la posibilidad de "legalizar" el proyecto mediante la modificación del plan parcial del campus, incluida en 2005 en el documento del plan general aún en revisión.

"No vamos a aplicar favoritismo en materia urbanística ni de otro tipo, no puede haber favoritismo", indicó el alcalde, que recordó que "hay que cumplir la ley sin excepciones" porque, tal y como dijo el pasado jueves, "no hay ciudadanos ni entidades de primera y de segunda".

Pese a las críticas lanzadas por el ahora exvicerrector sobre la "marginación" que supuestamente sufre la institución académica tanto por parte del Ayuntamiento como de la Consellería de Educación, Negreira aseguró que las puertas del Palacio Municipal de María Pita "están abiertas de par en par para la Universidad". "Buscaremos lo mejor para la Universidad, que es lo mejor para la ciudad", subrayó el regidor.

La conformidad del Concello con la decisión del rector era de esperar tras las declaraciones realizadas por Negreira anteriormente. Afirmaciones como "esto no es una selva, todos estamos obligados a cumplir las normas", o "no pueden saltarse a la torera la legislación vigente", adelantaban el parecer del alcalde sobre lo sucedido.