Trabajadores de la Fábrica de Armas se manifestaron ayer en el entorno de la factoría para reclamar "un futuro industrial" ante la actitud de la dirección de "dejar caer" la actividad de la planta. El vicepresidente del comité de empresa, José Carrillo, calificó a los directivos de Santa Bárbara Sistemas de "cobrantes", ya que considera que no se dedican a gestionar la empresa "sino a cerrar las factorías". Carrillo acusó a la compañía de buscar "un cierre por inercia", ya que el consejero delegado lleva 15 meses sin reunirse con el comité intercentros, "lo que demuestra que no hay apuesta por el futuro".

El sindicalista vaticinó además que el grupo puede quedarse sin un sustancioso contrato con Arabia Saudí porque Estados Unidos presiona para hacerse con ese encargo de armamento. Carrillo advirtió no obstante que la factoría de A Coruña tiene capacidad para trabajar con otros sectores al margen de la fabricación de armas.

Tenemos posibles clientes" pero "hay un vacío de gestión intencionado", recriminó el dirigente sindical, quien acusó a la dirección del grupo de querer concentrar la producción en unas pocas plantas. Carrillo adelantó que el 4 de noviembre representantes de la fábrica coruñesa se reunirán en Madrid con el consejero delegado, aunque previó que el resultado "no va a ser positivo", por lo que habrá "que plantear un calendario con más movilizaciones a largo plazo".

En la factoría de A Coruña trabajan ahora 190 personas, plantilla que, según Carrillo, se ha visto afectada por el incumplimiento del contrato de relevo, lo que ha supuesto una pérdida de 30 empleos.