Un indigente de unos 60 años falleció ayer en el portal de un establecimiento comercial de la calle de San Andrés. El levantamiento del cadáver se completó alrededor de las 15.00 horas, aunque algunos comerciantes de la vía aseguraron haber visto al hombre, completamente inmóvil y metido en su saco de dormir, antes de que el reloj marcara las 10.00 horas.

El aviso a la policía que dio finalmente un transeúnte llegó horas más tarde de que los primeros en ver al hombre inerte decidieran no avisar ni preocuparse por su estado por pensar que no estaba muerto sino durmiendo. "Llegué a las diez de la mañana para abrir y vi que estaba en el portal y, cuando me fui a comer a las dos de la tarde, seguía en el mismo sitio. Tenía las manos completamente blancas, pero yo supuse que estaría durmiendo", relata Manuel Rodríguez, dueño del establecimiento Rei Zentolo, que explica la sorpresa que se llevó al comprobar que, cuando regresó a las cinco del establecimiento, "solo estaba el saco".

La Policía Nacional, que se desplazó al lugar tras ser avisada por agentes municipales, únicamente confirmó que el fallecido es un varón de unos 60 años y de nacionalidad española. Para conocer más datos acerca de la identidad del indigente y de las causas de la muerte, según exponen fuentes policiales, habrá que esperar a que se le practique la autopsia al cadáver.

Los comerciantes y los vecinos de la calle, al conocer la noticia, comenzaron a especular sobre la identidad del fallecido. La mayoría pensaron que se trataba de un hombre llamado Jesús, de barba y de pelo largo y blanco que solía dormir en ese portal, aunque un estanquero que aseguró que ese indigente había entrado en su establecimiento para comprar tabaco a las cinco de la tarde y un comerciante que apuntó que agentes de la Policía Nacional le habían comentado que el fallecido tenía pelo corto e iba afeitado desmintieron esta creencia mayoritaria. "Me dijeron que no llevaba barba, que tenía el pelo corto y que era más bien bajito", informó el comerciante que tuvo ocasión de comentar el suceso con agentes de la Policía Nacional.

Los comerciantes de San Andrés habían alertado en las últimas semanas del elevado número de indigentes que pasan la noche en los bajos de la vía y de la posibilidad de que ocurriera algo como lo que pasó ayer. Los dueños de los locales denuncian que sus portales aparecen frecuentemente manchados y que, en ocasiones, los mendigos están todavía cuando abren.