Las redes sociales pueden ser una herramienta para aprender y para relacionarse, pero también un espacio peligroso que amenaza especialmente a los menores y a los jóvenes. El licenciado en Física Electrónica Ignacio Carou ofreció ayer una conferencia en la sede de la Fundación Barrié en la que explicó cómo hay que moverse en estos entornos virtuales de forma segura y cómo pueden los padres controlar la actividad de sus hijos en internet.

-¿Son las redes sociales peligrosas para los menores?

-La ley prohíbe que los menores de 14 años se den de alta en una red social sin permiso de sus padres y el problema es que es muy difícil controlar eso, porque es posible engañar a la propia red social cambiando, simplemente, la fecha de nacimiento. Tanto en los centros como en los hogares, pueden generar ciertos problemas de convivencia por ser un entorno más de comunicación que puede provocar encontronazos. Las redes sociales, sin embargo, no son un problema en sí mismas, porque ofrecen nuevos canales de comunicación que, como todos los canales de comunicación, tienen sus ventajas y sus inconvenientes. Yo creo que las ventajas son más grandes que los inconvenientes, porque los casos en los que hay problemas son mucho menores que los casos en los que no ocurre nada malo. Dicho esto, es necesario educar en un uso adecuado de las redes sociales.

-¿Cuáles son los mayores peligros que ocultan estas redes?

-Los problemas varían según el rango de edad del usuario. Para una persona adulta, los mayores peligros son el robo de contraseñas o la suplantación de la identidad. Ha llegado a haber personas que se encontraron con que tenían que pagar por un crédito que no habían pedido. Para los adolescentes, los problemas del robo de contraseñas bancarias son menores porque no suelen andar con tarjetas, pero sí que hay que tener en cuenta los de suplantación de identidad.

-Las redes sociales pueden acabar por generar una adicción.

-Los casos de adicción están empezando a darse ahora, aunque en un adolescente es difícil detectarla, porque los adolescentes presentan a veces comportamientos obsesivos con aquello que les gusta, sin que ello llegue a constituir una adicción, es decir, sin que lleguen a generar trastornos como variación en la marcha académica o trastornos alimenticios. Existen, como he dicho, casos de adicción y, de hecho, Proyecto Hombre trata ya la adicción a nuevas tecnologías.

-¿Qué recomendaciones sobre seguridad daría a los usuarios de las redes sociales?

-La primera, sin duda, que tengan cuidado con lo que publican, que piensen muy bien para no publicar algo de lo que se puedan arrepentir posteriormente. También les recomendaría que no den demasiada información personal, para que esta no pueda ser utilizada para usurpar la identidad. Otra recomendación es la de no aceptar contactos de forma compulsiva, porque hay adolescentes que relacionan el número de contactos con la popularidad y aceptan contactos por ser conocidos de un conocido. Con respecto a las familias con menores, es bueno que el ordenador esté en zonas comunes de la vivienda.