Los tres imputados por haber entrado en una vivienda de Monte Alto y por haber amordazado dentro de la misma a la mujer que vivía en ella para después robarle diversos objetos de valor y secuestrar a su perra han sido puestos en libertad bajo fianza. La cuarta imputada por estos hechos, la mujer que supuestamente los contrató movida por su deseo de venganza hacia la víctima del asalto, permanece aún encarcelada, aunque no se descarta que pueda correr la misma suerte que los otros tres detenidos en los próximos días.

El juez había decretado prisión para todos los imputados el pasado 14 de octubre, la misma fecha en la que la Policía Nacional informó de detalles de la operación, como que la perra había sido hallada en una finca situada en el municipio de Sada y que, en otras dos viviendas, una situada en Arteixo y otra en la localidad vallisoletana de Medina del Campo, habían aparecido la mayoría de los objetos que los asaltantes se llevaron de la casa.

Los tres hombres que quedaron ayer en libertad tras pagar fianzas de entre 6.000 y 12.000 euros -dos de los cuales entraron supuestamente a la vivienda con el pretexto de que llevaban un mueble que la víctima había pedido, mientras el tercero los esperaba en la calle con un coche- habían reconocido los hechos, aunque en todo momento dejaron claro que lo hicieron única y exclusivamente por el dinero que les había ofrecido la mujer que supuestamente los contrató.

También habían expuesto los asaltantes, después de reconocer la entrada en la casa, el robo de diversos objetos y el secuestro del animal, así como que actuaron bajo los efectos de alcohol y de la cocaína y que en ningún momento, habían dispensado un trato violento a la mujer, a la que, según su versión, maniataron para que estuviera quieta y no para causarle lesiones o humillarla.

Estos imputados, que aseguraron ante el juez que la mujer detenida les ofreció mil euros a cada uno, expusieron además que lograron entrar al edificio gracias a una llave que esa misma mujer les había facilitado antes de aconsejarles que, para lograr que la víctima les abriera la puerta de su vivienda, fueran a buscar un mueble y se hicieran pasar por los encargados de entregárselo a domicilio.

Los tres hombres que quedaron ayer en libertad bajo fianza llegaron a pedir, según desvelaron fuentes próximas al caso, un rescate de 37.000 euros a cambio del animal que habían secuestrado, una reclamación que formularon en diferentes llamadas telefónicas a la dueña de la mascota.

La imputada, que permanece por el momento en prisión, había reconocido que recurrió a los tres asaltantes para secuestrar a la perra, aunque aseguró haberlo hecho para cobrar un dinero que le debía la propietaria del animal y no para impedir que ésta declarara contra ella en un juicio, como habían apuntado fuentes próximas al caso.

Esta mujer añadió en sus declaraciones en los juzgados que en ningún momento ordenó a los hombres a los que había contratado que entraran en la vivienda, que maniataran a la víctima o que le robaran; por ser su único objetivo cobrar por la perra la cantidad que, según su versión, le adeudaba la propietaria de la mascota.

La operación para el rescate de la perra duró mes y medio, desde finales de agosto hasta mediados de octubre, y se resolvió gracias a diversas escuchas telefónicas.