Una operación policial contra un grupo de narcotraficantes que actuaban en la ciudad y en la comarca ha terminado con la detención de nueve personas y con la incautación de 1.200 gramos de cocaína y 10.500 gramos de hachís. La Policía Nacional informó de que, aunque la cantidad de cocaína decomisada era la suficiente para preparar 6.000 dosis, el grupo disponía de droga y material suficiente para elaborar 125.000 dosis más que alcanzarían en el mercado un valor de unos dos millones de euros.

El cabecilla de la banda es un hombre de 34 años con residencia en la ciudad y que poseía una casa en la localidad de Vilarmaior, en la que estaba ubicado el laboratorio en el que se cortaba y trataba la cocaína. Una mujer de 40 años que también se encuentra entre los detenidos era, según explica la policía, la encargada de custodiar este inmueble y los estupefacientes que en él se guardaban.

El grupo de narcotraficantes no solo se dedicaba a preparar cocaína para después venderla, pues entre sus actividades se encontraba también el transporte de hachís desde Madrid hasta Galicia, algo que sus miembros hacían a bordo de furgonetas que disponían de unos compartimentos especiales para el almacenamiento y la ocultación de las sustancias ilegales.

Fue un dispositivo policial en el municipio de Bergondo que tuvo como objetivo la vigilancia de uno de estos viajes y que terminó con la interceptación de un vehículo que transportaba ocho kilos de hachís lo que marcó el principio del fin de la red de narcotráfico. Tras esta operación, que llegó después de diversas investigaciones, los agentes cerraron el cerco policial sobre sus principales objetivos, el cabecilla y su lugarteniente, que, sin embargo, lograron escapar en su primer encuentro con la policía gracias a unas maniobras al volante sumamente peligrosas para los agentes. "Cuando iban a ser detenidos, se dieron a la fuga en un vehículo de alta gama, tratando de atropellar a los policías", informa la Policía Nacional en un comunicado.

El líder de la banda tardó poco tiempo en ser detenido, pues los agentes lograron arrestarlo poco después de su huida cuando trataba de escapar de la casa de Vilarmaior en compañía de una componente del grupo y con "una importante cantidad de dinero encima".

Una vez practicados estos arrestos, los policías registraron el interior de la casa, donde hallaron los 1.200 gramos de cocaína y más de 5.000 gramos de benzocaína, una sustancia empleada para adulterar la droga. También encontraron los agentes en este registro éter etílico, una prensa, varios gatos hidráulicos y más dinero.

Después de la detención del cabecilla de la banda y de su compañera de grupo, antes de la cual ya se habían practicado el arresto de cinco individuos sospechosos de dedicarse la distribución de hachís desde una vivienda de lujo en A Corveira -municipio de Culleredo-, fue capturado uno de los distribuidores al por menor, vecino de Oseiro y de 33 años.

Cuatro de los cinco detenidos antes de caída del cabecilla son dos intermediarios de 31 y 52 años que fueron arrestados cuando se hallaban entregando un kilo de hachís en la localidad lucense de Viveiro y los dos hombres que recibieron dicho cargamento. El quinto era el propietario de la vivienda de A Corveira, que fue arrestado antes del registro domiciliario.

Todos los detenidos en esta operación, durante la que los agentes también se incautaron de dos pistolas de balas y de otras tres de fogueo, han pasado a disposición del Juzgado de Instrucción número 2 de A Coruña. Los máximos responsables del grupo han ingresado en prisión.