El equipo de rodaje de la película Invasor, que lleva varias semanas desarrollándose en la ciudad y sus alrededores, se trasladó ayer al puerto para continuar con su trabajo. Interrumpidos por intermitentes trombas de agua, actores y técnicos recibieron la visita del alcalde, Carlos Negreira, que alabó su labor, y destacó la importancia de este tipo de iniciativas para la imagen de la ciudad.

"Este rodaje nos va a ayudar a situarnos cada vez más en el mapa nacional e internacional -aseguró el regidor-. Estamos encantados de que la ciudad sea protagonista de la película, porque estamos acostumbrados a ver Nueva York o Los Ángeles, o en España, a Madrid y Barcelona en las pantallas, y hoy A Coruña es la protagonista".

El último ganador del Goya a mejor actor de reparto, Karra Elejalde, ejerce el rol de villano en Invasor y no ocultó su satisfacción por poder filmar en la ciudad, desde su particular sentido del humor: "Cuando vas a un sitio en el que se suele grabar mucho, como Madrid y Barcelona, todo son pegas y problemas, y es fantástico venir a lugares donde no hay tantos rodajes, porque te dejan hacer de todo".

"El valor de estos escenarios es puramente cromático, aunque dependemos de la climatología. Tuvimos que aplazar tomas por la lluvia, y lo que te rondaré, morena -explicó Elejalde-, pero es ideal para el tono de la película. La Marina es perfecta, si esto lo hiciéramos en Saint Tropez sería una ful. Las nubes grises proporcionan una gran valía dramática".

El director y actor vitoriano, acompañado en su labor de perseguidor en Invasor por el gallego Luis Zahera, rechaza de plano la supuesta maldad de sus personajes: "Hacemos de hombres del ministerio del Interior, de patriotas con una misión, que hacen algo bueno por la Patria, pero la gente se confunde. Las misiones se pueden complicar por un exceso de hombría y honestidad que el público puede tomar por otro lado, pero ayudamos al país, y cumplimos órdenes".

Luis Zahera, que no reprimió la risa ante la sarcástica locuacidad de su compañero de reparto, asumió el tono del protagonista de Los sin nombre y equiparó la labor de sus personajes con la que desarrollaba el inolvidable Harvey Keitel en Pulp Fiction. La comparación satisfizo a Elejalde: "Somos los de los marrones, cambiamos los pañales del sistema".

"Los protagonistas de la película son dos médicos militares que estuvieron en Irak en misión de paz, y pasan por algo terrible que les provoca lagunas, y no saben de la misa la media de lo que pasó -relata Elejalde -, y mi personaje intuye que pueden tener algo gráfico sobre lo sucedido, y nos da miedo que lo puedan filtrar. Ellos creen, erróneamente, que no hicieron nada bueno y tienen sentimiento de culpa, y nosotros venimos a quitarles ese peso de encima. Y si para convencerlos tenemos que darles dos makokis, también lo sabemos hacer, sobre todo el personaje de Luis, que es un agente entrenado que sabe todo lo que hay que saber sobre suero de la verdad, pentotal, kung fu, kendo, jiu jitsu y Maracaibo", concluyó el protagonista de Airbag entre las carcajadas de Zahera.