La Consellería de Medio Ambiente analiza el real decreto aprobado por el Gobierno central para ampliar la AP-9 en los accesos a Santiago y Vigo, y que excluye de esas mejoras la entrada a A Coruña, para decidir si lo recurre. Fuentes del departamento autonómico aseguran que el estudio del documento está en marcha y que cuando finalice se tomarán las "decisiones oportunas", sin descartar exigir al Ejecutivo estatal que los accesos a la ciudad se beneficien también de las obras de aumento de carriles de la autopista.

El alcalde, Carlos Negreira, se comprometió, en una entrevista a LA OPINIÓN, a que el Gobierno gallego intentaría "arreglar la situación" por medio de una negociación con el Ministerio de Fomento e incluso con el recurso al real decreto, que calificaba de "despropósito". El regidor también apuntaba a la posibilidad de que fuera el nuevo Ejecutivo central, del PP, el que "enmendara" la decisión, aunque aún estar por ver si lo hace de motu propio o si será la Xunta la que reclame que A Coruña también se beneficie de la ampliación.

Fomento ya había alertado de que la ciudad quedaría excluida de inversiones en materia de viales hasta que entrara en funcionamiento la tercera ronda, para poder comprobar sus efectos y las necesidades que podrían quedar cubiertas. Negreira también consideraba en la entrevista "básico" que el ministerio acabe las obras de la circunvalación en Lonzas, pero no consideraba que esta infraestructura excluyese las obras en la autopista que, alertaba, en Vigo y en Santiago serán costeadas también por los coruñeses y ferrolanos -las otras dos ciudades por las que transcurre el trazado de la AP-9, pero que quedan fuera del plan de Fomento-.

El real decreto dispone que será la concesionaria del vial, Audasa, la que aporte los 350 millones de euros que costarán los trabajos, pero a cambio de permitirle incrementar el peaje un 1% al año durante dos décadas, sin renunciar a la revisión anual por la evolución del IPC. Un coruñés que viaje a Santiago, Vigo o Ferrol tendrá que pagar más por el trayecto, excepto en A Barcala, donde la tasa es gratuita desde 2006, pero no se beneficiará de las obras.

El tramo entre Guísamo y el centro urbano de A Coruña sufre frecuentes congestiones, la última esta misma semana con varios kilómetros de retención, y, al margen de accidentes o jornadas de mucha afluencia de vehículos desde la comarca hacia la ciudad, la AP-9 también carece de conexión con el aeropuerto de Alvedro, otra de las reivindicaciones más realizadas al Gobierno central desde la urbe en los últimos años.