Las sucesivas denuncias vertidas por la oposición municipal ante la subida lineal de las tarifas del servicio de transporte urbano, pese a los más de cuatro millones de euros en beneficios que la concesionaria registró el pasado año, han hecho reaccionar a la Compañía de Tranvías, que ayer prometió nuevas inversiones para 2012. "Comunicamos la decisión de invertir 2,3 millones de euros en la adquisición de ocho nuevos autobuses de piso bajo y rampa para discapacitados", anunció la firma coruñesa.

De los nuevos vehículos de los que la Compañía de Tranvías dispondrá el próximo año, tres serán articulados -de 18 metros de largo- y los cinco restantes "de tamaño estándar", es decir, de doce metros; todos ellos, destacó la concesionaria municipal, "dotados de la última tecnología como son los motores de vehículos especialmente ecológicos".

Tal y como avanzó ayer, la empresa ha realizado ya el reparto de los nuevos autobuses entre las líneas existentes. Así, los vehículos de 18 metros y capacidad para 138 plazas formarán parte de la flota que recorre la línea 11 y los bautizados como "estándar", de 94 plazas cada uno, realizarán el trayecto de las líneas 5, 6, 7, 17 y 22. El tramo entre As Lagoas y el centro comercial Marineda City será, por tanto, el que cuente con una mayor renovación de la flota.

En el comunicado remitido por la Compañía de Tranvías a los medios, una acción inusual en la empresa, la concesionaria subrayó también su "conformidad" para asumir, indicó, "el coste de cuatro céntimos de euro de la tarifa de equilibrio que correspondía en 2012". Además, la responsable del servicio de transporte urbano destacó su intención de "continuar con la gratuidad de los más de 1,1 millones de transbordos" a pesar de que, apunta en el texto, " no figura en el contrato municipal".

Con la incorporación de ocho nuevos autobuses urbanos a la flota existente -asciende a un total de 93 vehículos, según la página web de Tranvías-, la oferta de plazas se verá incrementada "en más de 1,1 millones de plazas anuales".

El portavoz del Ejecutivo coruñés y responsable del área de Seguridad y Movilidad, Julio Flores, respondió ayer, de nuevo, a las críticas generalizadas de los grupos municipales de la oposición y a la solicitud, a título individual, del BNG de abrir una "comisión de investigación" de las cuentas de la Compañía de Tranvías. "El actual Gobierno local se limita a cumplir con un contrato que ya estaba firmado desde 1986", recordó el edil, que subrayó que "romperlo de forma unilateral podría acarrear importantes consecuencias económicas a las arcas municipales".

"En este asunto se da una paradoja. La oposición denuncia pérdidas en el bus, en la ORA y en el tranvía, y todo en base al balance de 2010. ¿Quién gobernaba esta ciudad en 2010? Están denunciando lo mal que lo han hecho ellos", sentenció Flores.

Ante las declaraciones del primer teniente de alcalde, el grupo municipal del BNG le recordó ayer, a través de un comunicado, que "debería saber que las cuentas de 2010 se aprobaron por la junta de accionistas de la Compañía de Tranvías el 25 de junio de 2011, cuando ya gobernaba el Partido Popular".

El portavoz del Bloque en María Pita, Xosé Manuel Carril, ya subrayó a principios de esta semana que era el PP quien gobernaba cuando se aprobaron las cuentas de la concesionaria. "Normalmente, el Gobierno municipal tiene que pedir las cuentas a la sociedad de cara a pedir ayudas al estado, que financia parte de las ayudas al transporte público. El 1 de julio, que es cuando hay que hacer este tipo de cosas, ya había un nuevo gobierno y estas cuentas tenían que conocerse", apostilló el edil nacionalista, que insiste en que el Ayuntamiento "debe revisar la concesión" e "investigar" las cuentas de la Compañía de Tranvías.