La Audiencia condenó ayer a tres años y medio de cárcel y a abonar una indemnización de 17.000 euros a un joven que atropelló a otro tras discutir con él. El procesado reconoció haber pasado con su coche por encima de la víctima a propósito sobre las 12.00 horas del 1 de abril de 2008 cuando cruzaba la plaza de As Conchiñas.

El afectado, como consecuencia de los hechos, sufrió lesiones en su pierna derecha de las que tardó en curar 217 días, 24 de los cuales permaneció hospitalizado. Como secuelas, le quedaron tres cicatrices y material de fijación en la rodilla y tobillo derechos.

El fiscal, en principio, acusaba al sospechoso de cometer un delito de asesinato en grado de tentativa porque consideró que su intención era matar a la víctima. La Fiscalía solicitaba al tribunal que le impusiese once años de prisión en caso de considerarlo culpable de intento de asesinato, pero daba como alternativa a los jueces sentenciarlo por un delito de lesiones con instrumento peligroso a cinco años de prisión. En ambos casos el Ministerio público demandaba que lo condenasen a pagar una indemnización de 17.000 euros.

El abogado del acusado, sin embargo, llegó ayer antes del juicio a un acuerdo con el fiscal sobre el tipo de delito que cometió su cliente y la pena, por lo que la vista no se celebró y el presidente del tribunal dictó sentencia oral en la sala después de que el sospechoso se reconociese culpable. El imputado fue condenado a tres años y medio de cárcel por un delito de lesiones con instrumento peligroso, ya que la Fiscalía, finalmente, creyó que su intención era herir a la víctima, no matarla.

La acusación pública y la defensa tuvieron en cuenta a la hora de pactar la pena la atenuante de alteración psíquica, pues el imputado sufre "una deficiencia mental media y un trastorno de conducta". El representante del Ministerio público, no obstante, destaca en su escrito de calificación sobre los hechos que en los informes psiquiátricos no consta que las "dolencias" le impidan "comprender y adecuar su voluntad a la comprensión".

"En la fecha de los hechos el acusado era consumidor de sustancias estupefacientes sin que conste que se hallara bajo su influencia en el momento de los hechos, ni tampoco bajo el influjo del síndrome de abstinencia", indica la Fiscalía en su escrito de acusación.

El joven admitió que el día 1 de abril de 2008 por la mañana mantuvo una fuerte discusión con la víctima, por lo que decidió subir a su coche, un Seat Toledo, y perseguirla hasta que la alcanzó cuando cruzaba la plaza de As Conchiñas. El condenado, que conducía el vehículo en sentido contrario al permitido en la glorieta, se aproximó al perjudicado por detrás y aceleró el coche cuando estaba cerca. "La víctima quedó a su merced, tirada en el suelo y sin posibilidad de defensa", subraya el fiscal en su informe, en el que indica que el procesado le pasó con el coche por encima de la pierna derecha.