El Conservatorio Profesional de Música prosigue con su labor a favor de la integración de alumnos con discapacidad intelectual tras la experiencia del taller de musicoterapia que desarrolló el pasado curso académico. El centro coruñés, pionero en Galicia en esta materia, comenzará en el curso 2012-2013 un proyecto experimental de integración de alumnos con necesidades especiales en su ciclo elemental de formación musical.

La Consellería de Educación ha autorizado al Conservatorio Profesional de Música, según recogía ayer el Diario Oficial de Galicia, a ofrecer, "con carácter experimental", la "incorporación de alumnado con necesidades educativas especiales" a sus estudios elementales a partir del próximo curso. Según consta en la orden del departamento autonómico, el centro deberá reservar un mínimo del 3% de sus plazas a estos alumnos, que deberán superar una prueba, contar con la autorización de sus padres o tutores, y tener entre 12 y 18 años.

El proyecto, según Educación, se dirige a alumnado con necesidades educativas especiales "que se considere apto para seguir las enseñanzas musicales de grado elemental. El alumnado deberá tener la autonomía suficiente para desenvolverse en el centro sin ayuda del profesorado o el personal no docente".

"El taller fue la primera exposición de cómo queremos trabajar -explica el director del Conservatorio, Jesús López-, de dar a entender que los niños con discapacidad intelectual con capacidades musicales pueden estudiar en un conservatorio. Todos sabemos que un niño con objetivos especiales necesita una enseñanza distinta, y lo que queríamos era adaptar nuestro centro a estas necesidades. Llevamos luchando con la administración bastantes años, y por fin el proyecto va a ver la luz".

Será la primera vez que un conservatorio gallego desarrolle una iniciativa de este tipo, que tampoco es habitual en el resto de España: "Trabajamos esta idea mucho tiempo. No se podía hacer como un experimento, había que tenerlo todo muy claro, y la maduración del proceso fue lenta, pero cada año veíamos avances. En estos proyectos hay que ir muy poco a poco, pero tenía claro que iba a acabar saliendo".

La iniciativa del Conservatorio Profesional consiste en que los alumnos con necesidades especiales compartan aulas y agrupaciones musicales con el resto del alumnado del centro, con sus correspondientes adaptaciones curriculares y el apoyo y asesoramiento de gabinetes específicos. "No haremos distinciones, porque tendrán que aprobar una prueba específica y adaptada para acceder a una de las aproximadamente cinco plazas de las que dispondremos".

El buen sabor de boca que dejó tanto entre estudiantes como entre profesores la experiencia del aula de musicología que desarrolló el centro el pasado curso y se repetirá entre febrero y junio de 2012 fue determinante para esta progresión en el plan integrador de los directivos del centro, cuya intención es que no se quede en los grados de formación inicial. "Estos niños van a estudiar el grado elemental absolutamente igual que el resto de los alumnos. La orden autonómica especifica que pueden hacer la prueba de acceso y desarrollar el grado elemental -explica López-. A partir de ahí, si estos alumnos demuestran las mismas aptitudes musicales que los demás podrán hacer un grado profesional. Lo único que cambia es la franja de edad, ya que la evolución cognitiva de estos estudiantes es más lenta, por lo que serán algo mayores que los demás".